Salvador de Madariaga es un claro ejemplo de cómo una habilidad muy desarrollada, y llevada al extremo, puede definir una forma de vida. Y es que, el bueno de Madariaga, gozó de competencias interpersonales proclives a posicionarse como un gran conseguidor de acuerdos, que van desde su sorprendente papel en la búsqueda de la paz durante la guerra de independencia de Irlanda frente a Reino Unido; o el hecho de ser uno de los padres ideólogos de la Unión Europea. Encontrarás esto y mucho más en nuestro vídeo.