No me considero seguidor ni mucho menos simpatizante con la filmografía del director estadounidense Oliver Stone, quien tuvo mucho realce, y controversia, durante las décadas de los 80´s y 90´s, gracias a películas como JFK, Nacidos para matar, Platoon o Nacido el cuatro de julio. El que ostente ya tres premios Oscar para si mismo, dos como director y uno como guionista, por Expreso de medianoche, lo convierten en uno de los pocos mimados en Hollywood, y con la libertad de hacer el proyecto que quiera, a final de cuentas, poco o nada tiene que demostrar, eso, claro esta, para quienes gustan de su cine.
La razón por la cual acudí a ver Salvajes, el último trabajo de Stone, tras la decepcionante Wall Street : El dinero nunca duerme, hace ya dos años, era simplemente por que encontraba la historia de dicho filme interesante y hasta cierto punto divertida. Vamos que ver como EUA visualiza a los mexicanos, específicamente a la guerra con el narcotráfico, tenia su gracia. Desafortunadamente todo fue una mera ilusión que poco a poco se va desvaneciendo conforme avanzan los minutos.
Salvajes esta basada en la novela homónima del mismo nombre escrita por Don Winslow, y que narra las peripecias que dos amigos deben pasar para rescatar de las garras del narcotráfico a la mujer que tanto aman. Eso podría ser un resumen, pues la película en realidad nunca va a mas ni mucho menos. El hecho de centrarse en la venta y distribución de drogas, marihuana, es solo una vaga idea que es desaprovechada. Pero ese no es el principal problema de esta película, al menos no el mas grave. El error radica en la desafortunada voz en off, y en el protagonismo de la irrelevante Ophelia, interpretada por la hermosa Blake Lively, la cual es el giro argumentativo de la trama y el intereses romántico de los protagonistas Chon y Ben, en la piel de Taylor Kitsch y Aaron Taylor-Johnson, respectivamente.
Siempre he sostenido que el recurso de la voz en off se utiliza erróneamente por muchos directores como salvavidas, al no poder contar en imágenes una historia. Aqui sucede esto, y se nota. Stone aborda la historia de estos tres amigos (Ben,Chon, Ophelia) de manera equivocada, pues pretende dejar caer todo el peso dramático y emocional a la narración casi omnipresente de Ophelia, quien es la narradora. Estoy completamente seguro que sin esa voz, la película hubiese funcionado mucho mejor, no lo dudo. Y es que mientras la historia trata de evolucionar hacia un rumbo establecido, mas no claro, la voz en off termina por desesperar y sacar de la jugada al publico, el cual se había tomado la molestia de tratar de meterse en la trama misma. No creo que sea culpa de Lively, pues aunque su personaje es intrascendente, lo peor de la película, nada puede hacer ante un libreto que no te da muchas opciones.
Y hablando de opciones, creo que si algunas son rescatables, son en su mayoría las que retratan a los actores mexicanos, no porque yo sea patriota ni nada por el estilo, sino porque la línea argumentativa de tales personajes es muy clara, a diferencia de los tan mencionados tres protagonistas que nunca tienen una trasformación como tal en sus personajes, a excepción de Ben, en ciertas partes. Tanto Salma Hayek como Demián Bichir logran cumplir en sus roles, sin ser tampoco nada sorprendentes. Peor es el caso de Joaquín Colosio, el cual meramente sirve como estatua. El que quizás sea el mejor personaje, aunque algo sobreactuado, es el interpretado por Benicio Del Toro. El único de todos que sabe perfectamente lo que debe hacer y el porque. Fuera de él, los demás salen sobrando. Una lástima, pues actores había, pero han sido desaprovechados, lo mismo que la historia misma, que pudo haber sido contada en menor tiempo y de mejor manera.
A todo esto no creo que Salvajes sea una mala película, pero si dista mucho de triunfar o salir airosa en la tan interesante premisa que prometía. Tiene escenas muy bien logradas, como la muerte de uno de los personajes secundarios, que obviamente no diré, o el divertido final alternativo, pero en un contexto generalizado, tomando la película como una sola pieza, queda muy lejos de su cometido y puede llegar a decepcionar a quienes esperen mayores cosas de esta historia. Recomendable quizás para verla en un domingo o para rentarle una tarde y verla solo en tu casa.
★★☆☆☆