Sálvame de Belén Esteban

Leo en la prensa, y lo releo dos veces más porque no me lo puedo creer, que el diario británico ‘The Independent’, en su último análisis sobre tendencias de Internet, considera a Belén Esteban como unos de los personajes más buscados a nivel mundial. Su nombre es el segundo término con un mayor crecimiento en la red, según Google. Increíble pero cierto. Siempre pensé que el radio de influencia de Belén Esteban se circunscribía al Estado español, y aún así juró que no lo entiendo, pero jamás imaginé que su fama desbordara fronteras y su nombre llegara a ser universal.

No sé a qué extraño fenómeno responde el éxito de audiencia de Sálvame y su protagonista estrella, pero es obvio que algo no funciona cuando una persona, sea hombre o mujer, lo mismo da, alcanza tal nivel de notoriedad por el simple hecho de haber roto con su pareja, narrar sus desventuras en un plató de televisión, operarse el pecho y la nariz y demostrar ante las cámaras un estilo y un desparpajo, basado en la zafiedad y el populismo. Belén Esteban es una nueva “Evita”, que se presenta a si misma como la voz del pueblo y por alguna extraña razón una parte de éste le aplaude y le sigue.

El día en que presentó su página web se registraron en una hora 185.000 visitas, batiendo todos los récords conocidos. Ministros y partidos políticos hablan de su persona como un ídolo de masas, y con seguridad pagarían cifras millonarias para hacer de ella su mejor reclamo electoral, en la convicción de que quien tenga su imagen como bandera  llegará catapultado a La Moncloa. La chica, no podía ser de otro modo, es de derechas y se jacta de llamar al “pan, pan” y al “vino, vino”, como hacen siempre las personas más intolerantes y reaccionarias, que gustan poco de la pluralidad y la diferencia. La musa de Tele 5 votará Partido Popular, antes su papeleta era para el PSOE, y Mariano Rajoy se frota las manos porque sabe que su apoyo es el mejor antídoto contra la trama de corrupción.  Vaya país; Que alguien nos salve, pero de Belén de Esteban.

P.D.: Edurne Pasaban y su equipo alcanzaron ayer la cumbre del Annapurna, tras diez largas horas de ascensión; Edurne Pasaban cumple un nuevo reto y desde este blog quiero trasladarle mi más sincera enhorabuena a ella y a quienes le han acompañado en esta aventura; Zorionak.