Salvemos a la democracia italiana, dijo Bruselas

Dice hoy la prensa que la UE anda preocupada por la corrupción en España, no vaya a ser que produzca una pérdida de confianza de los ciudadanos españoles en sus instituciones y clase política y de rebote de la de toda Europa. Todo por destaparse los primeros datos de las autoridades suizas sobre las cuentas que tenían en su país los componentes de la trama Gürtel, miembros del partido popular y altos cargos institucionales como senadores y diputados nacionales y autonómicos.
Es tontería preocuparse por algo que no es problema alguno, ya se vio cómo con Italia visto lo que tenía debajo de las alfombras Berlusconi, pusieron a un Monti desde la troika sin problemas. Y en un año se hizo público que las administraciones municipales y regionales estaban saqueando las arcas públicas llevándose 60.000 millones de euros al año con la corrupción. Si todos hubieran seguido empeñados en reconocer la autoridad moral de Berlusconi para representar a Italia en cualquier negociación con Bruselas la cosa sería distinta.
Para despejar dudas, que piense la señora Merkel que lo que de ella dice Berlusconi es lo mismo que piensan los socios españoles del mismo, así que aunque no se lo digan, a efectos prácticos su opinión es la misma. Eso le quitará un peso de su conciencia sobre sus amigos y socios de partido españoles y todas sus dudas quedarán despejodidas. Todos son uno en el Parlamento Europeo, así que no tenemos porque pensar que en cada país no sean igual, en el Europarlamento los de Berlusconi, los de Rajoy y los de Merkel son del mismo grupo y por lo tanto son iguales.
Claro que puede ser que los italianos tengan derecho de iniciativa de referéndum dentro de su constitución impuesta por los aliados para evitar que se repitiesen las circunstancias que llevaron al poder al fascismo italiano aliado de los nazis de Alemania. Curiosamente las dictaduras militares del sur de Europa optaron por evitar que esto pudiese suceder en sus países a finales de los años 70 del siglo XX, con lo que disfrutaron de un trato distinto que Italia, el contrario para ser exactos, resultado de lo cual es la mierda que se puede ver ahora en toda su magnitud: corrupción estatal organizada y miseria.
Los italianos pueden tumbar las leyes que consideren injustas, los que salieron de regímenes totalitarios treinta años después de acabar la II Guerra Mundial evitaron que sus ciudadanos pudiesen tener lo mismo que los italianos, lo mismo que le hubiera gustado a Mussolini para Italia. Acabó la Guerra Fría, se hundió el Telón de Acero y todos los nuevos países optaron por seguir el camino de Grecia y España de presunta transición a la presunta democracia.
Que le hagan a España y Grecia los mismos análisis de calidad democrática que se aplican a alguno de los nuevos socios de la última ampliación de la UE a ver qué resultado sale. Porque si se toman medidas sólo cuando los ciudadanos tienen posibilidad de defenderse del abuso de las autoridades mediante iniciativas de referéndum como en Italia, los ciudadanos de los países que no lo tengan están indefensos frente al totalitarismo estatal con todas las bendiciones de sus amigos de Europa, como en los años 60 del siglo pasado.