Revista Viajes

Salvemos el mundo viajando - Parte 1

Por Marcelolopezcba @marcelolopezcba
Salvemos el mundo viajando - Parte 1
Como viajeros o turistas en la mayoría de los casos no tenemos conciencia de lo que impacta nuestra presencia, nuestro viaje, nuestras acciones en los destinos a los que vamos. No importa si es mas cerca o mas lejos de nuestro punto de origen.

Salvemos el mundo viajando - Parte 1

Imagenes como estas pueden desaparecer

En general cuando preguntamos o nos preguntamos por la SUSTENTABILIDAD del turismo la primera respuesta o imagen es la de un “panel solar”. Asociamos, por cuestiones de practicidad, de facilidad, de posicionamiento mediáticola sustentabilidad o la “degradación” ambiental con la generación de energía y el consumo de energías limpias; sin embargo cuando investigamos y profundizamos sobre el tema descubrimos que el impacto ambiental del turismo va mucho mas alla de lo que a primera vista se nos hace ver o creemos.
El impacto ambiental, el calentamiento global, la elevación de los océanos, los deshielos de los polos, las sequias, los calores extremos, las inundaciones, son producto, en su mayoría, de cuestiones atadas a la actividad de nuestra sociedad. Posteriormente a la revolución industrial el impacto de las actividades humanas se incremento y fue aumentando en paralelo con el crecimiento industrial y de la población. En ese camino y en relación a los viajes y al turismo es evidente que no es el mismo el tráfico aéreo, por citar un elemento, el número de pasajeros transportados a nivel mundial en los años 70 era de 500 millones de personas y en 2018 llego a los 4 mil millones, 8 veces más. Solo ese dato da una dimensión de la problemática actual. Según un estudio de la revista Nature los viajes son responsables del 8% de las emisiones de carbono totales a nivel mundial. Entre los medios de transporte posibles el tren es el que menor contaminación produce y el avión el que más residuos deja en el ambiente, siendo que el momento de mayor polución es en despegues y aterrizajes, ya que al volar a grandes alturas la resistencia al avance es menor, esto quiere decir que puestos a elegir, cuando puedas, deberíamos optar por utilizar el avión solo para viajes largos, superiores a la hora de duración.Por otro lado la “repercusión” de nuestros viajes en el ambiente no se ve reflejada solo en lo que hace al medio de transporte o al consumo eléctrico en un alojamiento. Hay que tomar conciencia, en lo que hace a viajes como a nuestra actividad diaria, que cada acción, cada decisión que tomamos involucra polución, calentamiento global y un empeoramiento de las condiciones de vida del planeta.Algunos ejemplos seguramente ya los has experimentado. En la mayoría de los hoteles hay carteles invitándote a reutilizar las toallas, no ponerlas a lavar con un solo uso, ese detalle implica no solo el gasto de agua sino de electricidad y combustible para calentar el agua más el detergente necesario. La comida también puede ser un factor importante en esta tarea de hacer el menor daño posible al ambiente, si te ofrecen platos con “pesca del día” esa debe ser tu elección. Ese pescado es local, traído por una persona de la comunidad, con su pesca y su transporte hasta tu plato hay un consumo mucho menor que pedir por ejemplo un Salmón importado que tuvo que “viajar” cientos o miles de kilómetros con la consiguiente carga de CO2 producto de su traslado. Los costos y el gasto energético de su conservación y mucho más.En definitiva, es importante tomar conciencia de estos elementos a la hora de planificar un viaje porque redundan siempre, en nuestro favor, desde lo humano, lo cultural, el futuro mismo y los destinos que disfrutamos. Sera imposible conservardestinos maravillosos como las Islas Maldivas por ejemplo (que están seriamente amenazadas con el crecimiento de los océanos) o tantos otros si no tomamos participación individual. Disfrutamos viajar entonces hagamos lo que está a nuestro alcance para que sigamos pudiendo sonreir cuando llegamos a destino.
Hace la prueba por favor y asómbrate. Yo hice la prueba de “medir” la huella de carbono de mi último viaje, ida y vuelta desde Córdoba (Argentina) a Puerto Vallarta (México) y quede boquiabierto. La huella de CO2 de mi viaje es igual a:
-   La huella que deja un habitante de Sierra Leona en 15 años-   Dar 7 vueltas al mundo en tren-   Tomar una ducha de 6 minutos todos los días durante 15 años-   Comer 1233 hamburguesas-   Enviar 770.746 emails
Probalo:http://flight2fart.com/
Imaginemos si solo esto da esos parámetros todo lo que podemos hacer para mejorarlo.No intento decir que abandonemos los viajes, creo que debemos hacerlos más conscientemente.
Mas ideas en: https://es.ecobnb.com/blog/2019/12/huella-ecologica-vacaciones/
Fuentes:https://elviajero.elpais.com/elviajero/2019/10/24/actualidad/1571923534_963189.htmlhttps://elviajero.elpais.com/elviajero/2019/10/24/actualidad/1571923534_963189.htmlhttps://datos.bancomundial.org/indicator/IS.AIR.PSGR
Te cuento del viaje. marcelo lopez. argentina

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