Sálvese quien pueda

 "Los recortes no son discutibles"

Después de ocho meses atrincherado en la Moncloa. Los viernes negros del Ejecutivo han sustituido los agudos de Soraya por los graves de Mariano. La rueda de prensa del 3 de agosto del 2012 pasará a los archivos de la Caverna por las aguas turbias de su mensaje. La falta de transparencia en la transmisión de las ideas pone sobre la hoguera más troncos para la Prima. Las palabras de Draghi no han servido a Rajoy, para pedir socorro a los vigilantes merkelianos. Con la prima desbordada en los 594 puntos y la Bolsa desplomada en un 5.1%. El Jefe del Ejecutivo tira de alertas y retórica barata como única herramienta para calmar a los mercados. 

Después de ocho meses desmantelando el Estado del Bienestar. El candidato de noviembre. Aquel que prometía la vuelta a los felices años aznarianos. Hoy es el vivo retrato del Zapatero deteriorado de hace tan solo un año. La caída demoscópica del PP y la tímida recuperación del partido de Pablo; invita a la Crítica a denunciar la crisis de liderazgo político en la España del presente. El suicido de las ideologías por la soga de Europa ha roto la credibilidad de los discursos electoralistas.

El ciudadano de a pie. Después del desencanto marianista ha aprendido que el timón de la economía está alejado de sus manos. Ante esta frustración social por la pérdida de fe en las políticas locales no sirve de nada entonar el ¡váyase señor Rajoy!. El descrédito civil de Rubalcaba por su oposición tranquila a los recortes de Mariano y el miedo civil a las consecuencias nefastas de un hipotético PASOC a la griega, dejan en la butaca de la izquierda a millones de españoles expectantes a la caída de sus estructuras civiles.

Hoy, desgraciadamente Rajoy no ha tranquilizado a los mercados. Hoy, Mariano no ha facilitado el sueño de millones de parados. Quizás mañana - ojalá nos equivoquemos, aunque lo dudo - la Prima de Riesgo seguirá crescendo como respuesta rebelde a las imprecisiones del Ejecutivo. Mañana, quizás, miles de parados sean desprovistos de los 400 euros de Zapatero.

La mirada atrás, hace que los creyentes en la historia podamos comparar cómo mientras unos recortaban sin soltar la mano a los débiles. Otros, – los de ahora -, la derecha de siempre, recorta sin importarles lo más mínimo por dónde deambula el filo de la tijera. Los recortes – en palabras lapidarias de Rajoy – son indiscutibles. ¡Sálvese quien pueda!.