El PP y Rajoy han llevado al país, que después de soportar el desastre Zapatero ya estaba muy maltrecho, a una situación en que lo siguiente ya es sacar los salvavidas, echar los botes al agua, y gritar lo del título de esta nota.
No creo que haya en el mundo gobierno y Administración Pública en cualquier país por más que esté absolutamente falto de la más mínima seriedad, sea bananero, caótico, subdesarrollado económica, política y mentalmente, que sea capaz de montar un cachondeo total como el esperpéntico numerito de la crisis de los fiscales.
Observando los hechos de dicha crisis uno por uno, dan ganas de llorar si se es español o de soltar muy sonoras carcajadas, una vez superada la sorpresa inicial, si uno se lo mira desde cualquier otro lugar del mundo (otra buena razón para ser independentista), pero si se sigue toda la secuencia de la crisis la sensación ya es de salir pitando y no parar hasta que se esté seguro que estamos en el otro extremo del planeta y la distancia a Madrid es la máxima posible.
De entrada, frente a la ilegal e inconstitucional orden del gobierno a la Fiscalía de presentar querella contra los responsables del 9 N, orden confirmada un par de días después en público y en voz alta y clara por la vicepresidenta del gobierno, el fiscal general del Estado decide que aunque tiene potestad para proceder él mismo con la querella ordenada por el gobierno, con más razón todavía en temas que se refieren al Constitucional, se lo va a encargar a la fiscalía superior de Catalunya, trámite del que puede prescindir perfectamente, y allí se va para ordenarles que procedan, pero, a pesar que el jefe de la fiscalía catalana lleva cerca de un año en el cargo porque es mucho más obediente que el anterior titular al que cesaron, le dice al fiscal general que si alguien tiene que hacer el ridículo frente a todo el mundo que lo haga él con su firma, y para concluir el frustrado viaje el fiscal general ordena a los fiscales catalanes que en cualquier caso inicien el procedimiento para presentar la querella, pero a los pocos días, y después que el fiscal general soltase otro bocinazo al afirmar que no hacía falta que la fiscalía actuase porque se habían presentado muchas querellas por parte de instituciones e incluso particulares, la fiscalía superior catalana manifiesta que la decisión que han tomado es no presentar la querella por seis votos contra tres, a lo que el fiscal general contesta convocando para que decida sobre la querella a la Junta de Fiscales de Sala, un organismo exclusivamente consultivo, otro mecanismo que le permite aparentar que se decide sobre la querella de forma colegial diluyendo el tremendo ridículo entre varios miembros de un comité en vez de tener que cargarlo él solo, y al mismo tiempo los del PP comienzan a disparar contra la fiscalía superior de Catalunya su típica y ya tradicional letanía de comentarios absurdos, esperpénticos y despreciativos e insultantes con quien no está de acuerdo o no obedece sin chistar, que demuestran que de honestidad y seriedad nada y, en muchos casos, de conocimientos menos todavía, llegando a acusar al gobierno de la Generalitat de presionar a los fiscales catalanes cuando quien sí lo ha hecho y desde la sala de prensa es la vicepresidenta, y la guinda a este pastel pestilente la coloca, con el más increíble de los comentarios, Carlos Floriano (un señor que aunque su nombre sugiera una flor en el ano, con demasiada frecuencia aparenta una maceta por cerebro), de la secretaria de organización del PP, que en Barcelona vomitó la burrada que los fiscales catalanes no habían procedido con la querella porque “ESTAN CONTAMINADOS POR EL AMBIENTE NACIONALISTA RADICAL”, y añadió, por si había alguna duda, “lo creo firmemente”, es decir, el engaño de los dirigentes catalanes nacionalistas que con sus embustes y falsedades han convencido a los estúpidos, cortitos, ignorantes y tontos catalanes es de tal gravedad que ha alcanzado e infectado un comité que se depuraba de vez en cuando para garantizar su carácter obediente, castellano y franquista. Por supuesto que U.P.y D. también ha unido sus rebuznos a la fiesta, algunos en el mismo sentido que la animalada de Floriano. Y falta lo más grave, si todos estos que se hacen continuamente sus necesidades sobre la Constitución, la Leyes y las más simples normas de la honestidad política, mientras exigen a los demás el cumplimiento de las leyes según las interpreta el PP, consiguen sus objetivos y a pesar de todos los pesares, y usando las leyes flexibles y adaptables que tanto gustan al PP, se sanciona a alguno de los que están en su punto de mira, o lo que seguro que según su opinión sería lo más deseable, ingresan en prisión aunque solo sea por unos días, lo único que habrán conseguido es que el problema entre Catalunya y España alcance cotas de tensión y gravedad nunca vistas desde 1931, que podrían llegar al extremo de hacer de la independencia la única solución viable, excluida la intervención militar.
¿Qué hizo, quien lo hizo y cuando, en Madrid, para que entre todos pariésemos este Estado podrido, prepotente, oligárquico y corrupto, que premia la ineficacia y prima las decisiones antieconómicas y corruptas, que solo sabe solucionar problemas de nivel sencillo o intermedio con propuestas farragosas, complejas, complicadas y a menudo inexplicables que invariablemente perjudican a ciudadanos y empresas pequeñas y medianas, que ni tan solo es capaz de meter a la Pantoja en la cárcel con un mínimo de eficacia, y que frente a los grandes problemas, Catalunya, Crisis, Castor, Sondeos en Canarias, etc., demuestra sin excepción su profunda estupidez, prepotencia y absoluto desprecio de la ciudadanía, que jamás de los jamases se equivocan ni se equivocarán, que se condecoran como si fuesen un general ruso con el pecho blindado por las medallas solo porque obtienen resultados normales, tan mediocres como los demás, y conseguidos mediante las medidas más estúpidas posibles, en asuntos gestionados por la U.E.?.
Y si alguien considera que mis calificativos al PP y a la olla burrocrática que es hoy Madrid son exagerados, que piense en, y si no las conoce bien repase, las explicaciones de Monago para justificar sus viajes a Canarias, la defensa férrea que del personaje y sus explicaciones hace la caverna mediática, y los insultos que todos ellos dedican a los que no nos tragamos las explicaciones oficiales de sus viajes, de las que lo más suave que puede decirse es que al abuso y el engaño ahora añaden el llamarnos idiotas profundos al pretender que nos creamos un cuento de hadas que no se lo traga ni el enanito tonto de Blancanieves.