Como era de esperar el Gobierno ha decretado otros 15 días más de estado de Alarma. Era lógico y más cuando las cifras de contagiados, ingresados y fallecidos no dejan de crecer y crecer. Qué penoso es ver a nuestros políticos de todo signo enzarzarse en eso de quién tiene más responsabilidad en este estado de cosas. Sinceramente no lo sé, pero pienso que, cuando la cosa está más del lado del desabastecimiento de mascarillas, batas, equipos para quienes en primera línea combaten al COVID-19 y respiradores para los pacientes de las UCIs, son quienes ocupan ahora los sitiales de poder en los distintos gobiernos (central y autonómicos) -¡no será por gobiernos desde luego!- los obligados a dar solución al problemón. Para nada vale salir una y otra vez en las teles ahora que todo son audiencias altas para evadirse de los problemas y echar las culpas al otro.
Da pena y sonrojo leer en los periódicos de papel los fiascos diarios en la compra del material sanitario necesario a China: vuelos que no llegan porque los precios suben durante el viaje y el avión cambia de rumbo porque hay otro mejor postor por la carga; proveedores poco fiables con los que un Estado soberano negocia a la baja y compra material no homologado que al comprobarse su falta de calidad en destino se hace preciso devolver; desprecio olímpico de ciertos políticos a empresarios cuyo poder de penetración en el país asiático es tremendo y contrastado siendo los únicos que pueden -de hecho en la medida de sus posibilidades lo están haciendo- lograr que esos elementos imprescindibles lleguen y ayuden a que la gente no muera… ¡Tremendo que haya que hablar de esto a los 14 días de confinamiento!
Si el desgobierno es tal cuando por decreto toda la población ha sido confinada en casa no quiero ni pensar cómo será la vuelta a la “normalidad” cuando esto vaya acabando. Y digo acabando porque no va a ser de la noche a la mañana, so peligro de volver a las andadas. Tendrá que arbitrarse un retorno gradual a la normalidad, pero quién lo establecerá, ¿un mando único o 17 mandos al estilo de lo observado y hasta recomendado por las autoridades en las compras sanitarias? ¡¡Sálvese quién pueda!! O lo que es lo mismo: ¡¡Viva Cartagena!!