Ya han pasado poco más de cuatro días desde la presentación del nuevo buque insignia de Samsung, el Samsung Galaxy S5. En estos días he tenido tiempo suficiente para poder apreciar diversos vídeos y reviews de este nuevo smartphone y sacar mis propias conclusiones. Para resumir he de decir que me siento muy satisfecho en algunos aspectos pero ligeramente decepcionado en otros, me explico.
Voy a empezar hablando del hardware del S5. El hardware que compone este teléfono es muy similar al de su antecesor, el S4. Las especificaciones técnicas del terminal son las siguientes:
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Memoria RAM: 2GB
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Procesador: Qualcomm MSM8974AC Snapdragon 801 quad-core 2.5 GHz (algunos rumores nos han hecho dudar si incorporaría finalmente el Snapdragon 805 u 801, pero de momento podemos confirmar que Samsung ha apostado por este último)
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Pantalla: Super AMOLED touchscreen capacitivo, 5.1 pulgadas (1080 x 1920 pixels)
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Cámara: 16 MP, 4640 x 3480 pixels, autofocus, flash LED, geo-tagging, detección de rostro y sonrisa, foco táctil, estabilizador de imagen, HDR, captura simultánea, video UHD@30fps, cámara frontal 2.1MP 1080p@30fps
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Almacenamiento: 16/ 32 GB (ampliable a través de micro-SD)
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Batería: 2800 mAh
Aparte de todo esto cuenta con detector de huella, sensor para medir el pulso, soporte para redes LTE, integra NFC, puerto de infrarrojos, y es resistente al agua.
Como podemos apreciar se trata de un smartphone similar al S4 (también en diseño), aunque este tiene algunas características que destacar: es resistente al agua (aunque hay que poner un tapón cada vez que queramos sumergirlo), capaz de grabar vídeos en 4K, incluye un detector de huella digital que podemos usar tanto para poder desbloquearlo como para realizar compras mediante el teléfono. También nos encontramos con un sensor de pulso en la parte trasera, muy útil en especial para deportistas. Por su parte la cámara trae la principal mejora del rápido enfoque, siendo el smartphone que más rápido lo hace. Todo esto viene en unas dimensiones de 142 x 72,5 x 8,1 milímetros y un peso de 145 gramos, con un acabado de plástico muy similar al del Samsung Galaxy Note 3.
En el ámbito del software es en el que más se nota que han innovado, trayendo de serie Android 4.4.2 y con un nuevo y rediseñado Touchwiz, la capa de personalización propia de Samsung. Gracias a esta última versión de Touchwiz podemos apreciar una mayor fluidez a la hora de manejarlo y una mayor optimización de la batería, alargando así su uso. Un ejemplo de como se ha optimizado la batería es que a pesar de tener “tan solo” 2800 mAh Samsung nos promete una duración de 21h de conversación. Una última característica a destacar también es la descarga paralela a través de Wi-Fi y LTE, es decir, podríamos descargar varios archivos a través de las dos redes simultáneamente disminuyendo así el tiempo de descarga y con velocidades realmente altas.
Personalmente me parece un teléfono móvil digno de mención, es sin duda uno de los smartphones que liderarán el 2014. Aunque a mi parecer ha dejado un poco que desear, sobre todo si vemos la similitud con su antecesor. Ha habido muchos rumores que confirmaban que la pantalla tendría una resolución de 2K o que la memoria RAM sería de 3 GB, pero finalmente ni lo uno ni lo otro. Samsung tiene difícil continuar liderando, prácticamente en solitario, el mercado de los teléfonos móviles viendo la competencia, ya que Sony y LG (entre otros) también han hecho un gran trabajo. Tan solo nos falta por saber a ciencia cierta el precio, la principal característica que les puede hacer destacar en esta nueva generación de smartphones. Vosotros que pensáis, ¿merece realmente la pena comprar este móvil? Espero vuestras respuestas, un saludo y hasta la próxima.