Muy interesante la historia que sacan a la luz en Phone Arena, a su vez rescatada de un libro – Dogfight – que habla en clave de novela sobre el crecimiento de los teléfonos y tablets en los últimos años, recogiendo anécdotas de los principales protagonistas del mercado.
Nos tenemos que remontar al año 2005, cuando el concepto smartphone no tenía nada que ver con lo que es ahora, ni se pensaba que iba a explotar de forma tan exagerada. En ese momento las compañías tenían sus propios sistemas, y las contadas aplicaciones no funcionaban de un teléfono a otro.
Era normal que los desarrolladores se mantuvieran alejados de crear contenido para este tipo de dispositivos, hasta que llegaron Android y iPhone. La historia que nos cuentan tiene que ver con Andy Rubin, un ingeniero que inicialmente creó un sistema para cámaras fotográficas, pero que luego llegó a los teléfonos inteligentes.
Andy comenzó su carrera como ingenierio de robótica en Carl Zeiss, para pasar luego a trabajar en el mundo de los dispositivos móviles. Su primer éxito sonado fue con la compañía Danger, y el teléfono T-Mobile Sidekick. El siguiente paso, en octubre 2003, fue la puesta en marcha del proyecto Android.
Un año más tarde empezaban a tener problemas para financiar el proyecto, no tenían ninguna compañía importante detrás que los soportara, por lo que había que ir enseñando los progresos a posibles compradores. Para sorpresa de muchos, Samsung conoció el proyecto antes que Google.
El equipo Android era pequeño, ocho personas son las que volaron a Seúl para tener un encuentro con uno de los fabricantes importantes del momento, Samsung. Curiosidades de la vida, más adelante, gracias a Android, se convertirá en el dominador del mercado.
Se produjo un encuentro en el que veinte ejecutivos de Samsung escucharon lo que Rubin tenía entre manos, pero no había entusiasmo y preguntas por parte de los coreanos. Samsung no tomó en serio el proyecto, argumentando que eran un equipo reducido de personas y no veía posible que evolucionaran la idea hacia algo exitoso.
Esto ocurrió un par de semanas antes de que Google comprara todo lo relacionado con el proyecto Android, por 50 millones de dólares, y los ocho trabajadores formarían parte de la plantilla de Mountain View. El resto de la historia ya la conocemos.
Más información | Dogfight
http://www.xatakamovil.com