Hace algunos días, Samsung tomó la decisión de retirar del mercado todos los Galaxy Note 7 por sus baterías explosivas a tan sólo dos meses de su lanzamiento.
A pesar de haber actuado con rapidez para conservar su imagen profesional, la empresa ahora se enfrenta a una demanda llevada a cabo por tres clientes que adquirieron el smartphone.
El 16 de octubre, un documento presentado en la Corte Federal de Nueva Jersey intenta representar a todos los consumidores del Note 7 en Nevada, Pensilvania y California.
Lo que la demanda alega no es tanto el hecho de que los celulares se incendiaran, sino que los consumidores dejaron de usar sus dispositivos después del llamado y se les pidió que esperaran unos días para un teléfono de reemplazo.
Por tal razón, la premisa principal de la demanda es que los consumidores continuaron pagando cargos mensuales y planes en dispositivos que no podían utilizar. A todo esto, un portavoz de Samsung declinó hacer comentarios respecto al litigio.
La empresa retiró 2.5 millones de Galaxy Note 7 a principios de septiembre después de muchos incendios propiciados por los teléfonos, lo que quizá pudo haberse convertido en uno de los escándalos tecnológicos más costosos en la historia de la tecnología.
Samsung anunció que perdió más de 5.3 mil millones con la finalización de su producto y la compañía aún no ha confirmado qué es exactamente lo que provocó las fallas técnicas.