San agustín (28 agosto)

En primer lugar, ¡muchas felicidades a todos los Agustines!

Aunque reconozco que la celebración de los santos me pasa siempre bastante desapercibida, esta mañana mientras desayunaba vi casualmente en el calendario de la cocina que hoy es san Agustín, y no pude resistirme a rendirle un pequeño homenaje a este gran personaje.

San Agustín de Hipona (354-430).

Yo nunca he conocido a ningún Agustín. El único Agustín que resuena en mis oídos cuando alguien pronuncia este nombre o cuando lo leo en alguna parte es aquel que un buen día descubrí en mi libro de filosofía de 2º de bachillerato. Recuerdo que estudiamos la parte clave de su pensamiento y a la que él llegó tras un período de tiempo de dudas y vacilaciones. Con este pequeño esquema creo que a todos se nos refresca la memoria y así podréis entender enseguida de qué estoy hablando:

Esquema explicativo del pensamiento de San Agustín.

Pero no se trata ahora de profundizar ni en la biografía ni en el pensamiento de este santo, pues llevaría mucho tiempo atar todos los lazos de la vida de un personaje tan influyente como él. Lo que sí podríamos destacar es que es considerado uno de los cuatro más importantes Padres de la Iglesia latina, junto con Jerónimo de Estridón, Gregorio Magno y Ambrosio de Milán.Algo que destacaría de san Agustín son muchas de sus frases: sencillas y llenas de enseñanzas. Aquí van algunas de mis favoritas:

• La medida del amor es amar sin medida.

• Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama.

• Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida.

• Conócete, acéptate, supérate.

• Cuando estés en Roma, compórtate como los romanos.

• Nadie puede ser perfectamente libre hasta que todos lo sean.

• En esta vida hay que ser solución, no problema.

• Un amigo es la mitad del alma de una persona.

• Una cosa es haber andado más camino y otra, haber caminado más despacio.

Confesiones, una de sus obras más importantes para la Iglesia. En este ámbito escribió sobre 60, tales como Sobre la ciudad de Dios.