La instantánea es de 1.915 y recoge “El Conventín” localización ocupada a día de hoy por el Mercado de San Agustín; el lugar me resulta próximo por dos motivos: Fue en la calle San Agustín, la que se ve a la derecha en la imagen, donde inicié mi actividad laboral, y a día de hoy es, en compañía de un grupo de entrañables amigos, donde se toma uno el merecido -o no- descanso durante no pocas noches. Gijón ha cambiado mucho, no siempre para bien, y la especulación inmobiliaria termnó con edificaciones que jamás debieron ser derribadas, dejándonos una ciudad con avenidas más impersonales que modernas, en todo caso sin el encanto trasnochado de casas de planta baja, bicicletas, carteros y guardias municipales uniformados de blanco, que desordenaban el tráfico en el centro de la ciudad.