TEMPLOS DEL NORTE PALENTINO
Revilla de Santullán
A lo largo de esta sección nos hemos encontrado con una buena muestra de ese románico que tanto abunda en nuestra provincia. Para quienes somos simples transmisores de este patrimonio, y apenas lo hemos disfrutado con detenimiento, nos explota en la cara la riqueza iconográfica que se esconde dentro, una belleza que habla por sí sola, que no necesita apenas explicación.
Este templo se edifica en excelente sillería arenisca a principios del siglo XII. Como hemos podido ver en la mayoría de los templos presentados, también en el siglo XVI se añade el pórtico, el coro y la sacristía en la fachada sur que desaparecerá posteriormente. Parece que en una reforma que se llevó a cabo durante el siglo XIX la bóveda de cañón con la que se cubría fue reemplazada por un abovedamiento, conservando solo las cubiertas en un pequeño tramo. Pero impresiona como digo la excelente portada, una de las piezas más valiosas e interesantes del románico palentino.
La mirada
"El templo de San Cornelio y San Cipriano de Revilla de Santullán, en el corazón de nuestro Románico del Norte, tiene en el muro sur una portada de finales del siglo XII, ya ligeramente apuntada, en perfecto estado de conservación gracias al pórtico que se añadió en el siglo XVI. En una de las arquivoltas interiores de dicha portada encontramos la representación de la Última Cena. Además de Cristo y el apostolado, en el extremo derecho de la arquivolta podemos contemplar el autorretrato del artífice de la misma, que empuña las herramientas propias de su oficio y mira un libro de modelos, debajo de una inscripción: "Michaelis me feci(t)". Estamos ante lo que los expertos reconocen como la firma del autor de la portada, algo poco habitual en Románico. Tal vez el magister operis quiso mostrar el orgullo por la magnífica factura de su obra. Sin embargo, quien despierta mi curiosidad es el personaje que aparece en el extremo izquierdo de la arquivolta. Contempla la escena y bajo sus manos hay un libro."
Cuaderno de anotaciones
Cuenta mi amiga Cristina Párbole que el maestro cantero aparece sentado con una especie de gorro en su cabeza, imberbe, portando en su mano izquierda un cincel y en la derecha una maza; instrumentos que utiliza para acabar de tallar la última parte del mantel que viste la mesa. Detrás de él un libro abierto, el famoso "libro de modelos" en el que el maestro apuntaba todo lo que aprendía y realizaba con la idea de transmitir sus conocimientos.
En esta iglesia donde encontramos el único ejemplo de Palencia en el que el maestro románico se representa a sí mismo.
TEMPLOS DEL NORTE
Froilán De Lózar
José Luis Estalayo
Diario Palentino-2021/2022
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