San Egwing de Worcester, obispo. 11 de enero.
Su "vita" la escribió el arzobispo de Canterbury San Britlwald (18 de mayo), contemporáneo suyo, aunque lo que nos ha llegado es solo leyendas muy posteriores, basadas en dicha primera biografía. Egwing fue descendiente de los reyes de Mercia, y nació en Worcester, reinando San Ethelred (4 de mayo). En 692 fue elegido obispo de su misma ciudad. Fue pastor solícito, que reformó las costumbres denunció los atropellos de los nobles contra los pobres y la Iglesia. Por ello, con la anunecia del rey Kenred, algunos príncipes le expulsaron de su sede. Entonces, Egwing lo tomó como voluntad de Dios y como un peregrino más, se fue a Roma, aprovechando la ocasión para purgar pecados de su pasado, se ató unas cadenas a los pies y como se lee de San Maurilio de Angers (13 de septiembre) y de otros santos, Egwing lanzó las llaves al río Avon.
En Roma el santo visitó los sepulcros de los santos apóstoles y veneró otras santas reliquias. Visitó al papa San Benedicto II (8 de mayo), que le encomendó predicar y misionar en la Ciudad Eterna. Al cabo de un tiempo, la leyenda dice que un pez fue capturado en el Tíber y en su vientre se encontró una llave. El santo lo supo, comprobó que era la de su cadena y vio en ello la respuesta de Dios acerca de que sus pecados eran perdonados, y se quitó las cadenas. Volvió entonces a Inglaterra, se reconcilió con el rey Kenred, y ambos fundaron la abadía de Santa María de Evesham. Por segunda vez fue a Roma con el rey Kenred y con Offa, rey de los sajones del Este. A su vuelta, falleció 30 de diciembre de 717 y fue enterrado en el monasterio de Evesham. Su memoria se celebra a 11 de enero, festividad de la traslación de sus reliquias.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Volumen I. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 11 de enero además se celebra a Santa Cesárea de Arlés, abadesa.