A los días de nacer Haizea, eran las fiestas de San Fermines, yo había ido siempre.
Aquí está, mi hermana (madrina de Haizea), siempre animándome.
Así empezamos yendo a todos los sitios. Me ponía guapa y a la niña divina, salíamos todos los días, mañanas y tardes, hicimos muchos amigos en el parque.Tuve mucha suerte, pues me encontré con mamas que no alardeaban de que sus hijos ya gateaban o andaban o empezaban a hablar. Aunque siempre había una que su hija hacía todo enseguida, pero le cogí el punto y ya no me afectaba.
Los primeros días si que lo pasé mal, pues cogí mucha manía a los niños pequeños, no los podía ver. Pero Cipri se sentó un día conmigo y lo estuvimos hablando y me dí cuenta que nadie tenía la culpa y la única que lo pasaba mal era yo y eso afectaba a la niña, me puse las pilas y desde entonces empecé a hacer caso a los demás niños y nos sentó muy bien a Haizea y a mí.
Con esto que os cuento, os quiero decir, que es muy importante ir a los sitios, hacer amigos, no perderse nada, aunque claro que, hay días que tienes que hacer de tripas corazón, pero todo da su fruto.
Hay personas que se te acercan al morbo, pero hay que pasar, demostrar al mundo ¡Que no pasa nada por tener SD!, son iguales y quien NO lo piense así, no merece que perdamos ni un segundo con ellos. Hay que ir con la cabeza bien alta, y enseñar a los niños y niñas con SD que SI que son personas con SD y enseñarlos a quererse.
Esta es mi niña con 12 meses, su segundo año en San Fermines. "DIVINA"
Y aquí con 24 meses "PRECIOSA"