Los rascacielos de la zona financiera contrastan con las casitas coloniales de Mission Dolores; sus tranvías que pasean alegremente por la ciudad contrastan con los barcos que recorren el Golden Gate y Alcatraz; las casas lujosas en los alto de Haight Ashbury contrastan con el bullicio de los minúsculos hogares de Chinatown. Sin duda, San Francisco no deja a nadie indiferente.
