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San Jerónimo

Publicado el 13 octubre 2011 por Alma2061




San JerónimoMartínez Montañés: San JerónimoMientras Montañés se encargó de esculpir la figura, Francisco Pacheco, pintor, se encargó de policromarla.
Juan Martínez MontañésJuan Martínez Montañés (1568-1649), escultor español del barroco, creador de la escuela sevillana.Aunque nació en la provincia de Jaén (Alcalá la Real), debió de formarse en Granada, completando su educación en los círculos manieristas de Sevilla, ciudad en la que ya estaba afincado en 1587 y donde vivió hasta su muerte.Fue el creador de un lenguaje sereno, de elegante nobleza, con el que expresó los sentimientos de intensa religiosidad imperantes en el arte español de la época, cambiando el hondo dramatismo y el apasionamiento de la escuela castellana por la mesura y el equilibrio clásico que, por su influencia, definió la actividad plástica de la escuela andaluza.Además de escultor, fue también maestro ensamblador, por lo que trazó muchos de los retablos para los que realizó obra escultórica, como el del Monasterio de Santiponce (1609), el de la iglesia de San Miguel de Jerez de la Frontera (1617) y el del convento sevillano de Santa Clara (1621). No obstante su actividad principal fue la realización de imágenes y relieves, en madera, a los que dio un exquisito acabado gracias a la policromía. En 1603 hizo su primera obra maestra: el Cristo de la Clemencia de la catedral de Sevilla, en el que logra una perfecta síntesis entre la belleza clásica que preside la concepción del cuerpo y el intenso realismo que dimana de él. Su capacidad para reflejar el éxtasis contemplativo se aprecia en el Santo Domingo (1605, Museo de Bellas Artes de Sevilla), que pertenecía al retablo mayor de Portaceli. En 1609 contrató el retablo del convento de San Isidoro del Campo en Santiponce (Sevilla), para donde hizo un magnífico San Jerónimo—figura exenta, para poder sacarla en procesión—, cuya concepción deriva del modelo del escultor florentino Pietro Torrigiano.Dentro de su producción sobresale también su aportación iconográfica en la realización de obras dedicadas a representar, entre otras, a la Inmaculada Concepción (catedral de Sevilla), o a San Ignacio de Loyola (capilla de la Universidad de Sevilla). El Jesús de la Pasión de la iglesia del Divino Salvador (Sevilla, 1619), es su único paso procesional, y uno de sus trabajos de concepción más patética.




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