En 1707 Diego Clemente de Rivero comenzó los trabajos de remodelación y ampliación del poblado ubicado en el oeste del oriente cubano, terminando dos años después, para crear así a San Jerónimo de Las Tunas.
Ya en 1729 la localidad contaba con siete hatos: Cabaniguan, Birama, Las Tunas, Unique, Las Arenas, Ochoa y Aimiquiabo
En 1761 ya vivían allí cuarenta familias. En 1790 se reedifica la parroquia y en 1796 se inscribe como pueblo en el Archivo Nacional. En 1847 la población es de casi 10 000 personas. Y fue reconocida como ciudad en 1853.
Allí se realizó la primera reunióncon el objetivo de iniciar la Guerra de Independencia, presidida por Carlos Manuel de Céspedes.
Con la división político-administrativa de 1975 surge el territorio como provincia y Las Tunas como su capital.
La cultura en Las Tunas tuvo un importante momento en el siglo XIX cuando el poeta Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé), con sus extraordinarias décimas contribuyó a la conformación de la nacionalidad cubana.
La primera imprenta se inauguró en 1859 y el primer periódico “El Hórmigo” vio la luz en noviembre de ese año.
En la neocolonia surgieron varias sociedades culturales, como la Sociedad Árabe y la China, se fundó también El Liceo.
Rafael Zayas González creó en 1909 el periódico “El Eco de Las Tunas”, que circuló hasta 1962.
Otro edificio importante es el Teatro Rivera.
Se construyó el Hospital General Docente, el Materno, el Psiquiátrico y varios Hogares de Ancianos.
Se pueden mencionar algunas curiosidades del territorio (realidad o ficción, nadie lo sabe):
- En la zona rural conocida como el Cerro de Caisimú una mata de plátanos parió un racimo con mitad de sus frutos machos y la otra mitad burros.
- Dos de gallos: uno con cuatro patas y otro que tomaba a las gallinas por el día y ponía huevos por la noche.
- Una perra parió cachorros parecidos a mininos.
- Una mujer que consiguió darle de comer a un colibrí en su propia mano.
- Y la famosa caldosa de Kike y Marina: un ajiaco de sustancia de pollo y viandas que inspiró una canción de notable éxito nacional, con su personaje principal Pirindingo, y que ha acompañado a varias generaciones de cubanos en sus fiestas juveniles.