Luciano formó parte de la primera generación de evangelizadores de la Galia, enviada probablemente en tiempos del papa San Fabián (20 de enero), pero la leyenda, ya sabemos, le quiere en el siglo I y discípulo directos de los apóstoles.
Su "vita", de escaso valor histórico, pues fue escrita en el siglo IX, abunda en datos ya conocidos y repetidos hasta la saciedad: envío por San Pedro, milagros en el camino, idas y venidas... En resumen, cuenta que Luciano, junto a los dos primeros discípulos que hizo en Beauvais, llamados Maximiano y Juliano, padecieron innumerables tormentos, hasta ser decapitados. Entonces Luciano tomó su cabeza del suelo y caminó hasta el sitio donde quería ser sepultado, en Canneville, y donde luego de la paz se levantó una iglesia en su memoria. Mas la leyenda dice que esta iglesia fue levantada por San Rieul (30 de marzo), quien no llegó a tiempo para consagrarle obispo, como era su intención. Además, la leyenda de Santa Romana (3 de octubre), le menciona a San Luciano como su mentor en la fe. También la leyenda de San Quintín (31 de octubre) hace a este santo compañero suyo.
Por ello le hallamos entre los "Santos Cefalóforos" y los "Santos en la Máquina del Tiempo".
Fuente:-Vidas de los Santos. Tomo I. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 8 de enero además se recuerda a:
San Alberto de Cashel,
obispo
San Pedro Tomás,
obispo carmelita
Santa Peggy, virgen