Revista Viajes

San Luis, día 4: una escuela, una historia

Por Magiaenelcamino @magiaenelcamino

La escuela se incendió en 2008. La maestra sacó a todos sus alumnos lo más rápido que pudo mientras se acordaba de algo: la otra habitación estaba llena de material inflamable. Comenzó a correr más rápido. Los sacó a todos.
Las llamas consumieron la escuela. Las clases continuaron en la casa de uno de los chicos por largo tiempo.
Una mañana Silvia volvió al colegio en ruinas, completamente quemado. Completamente negro. En el suelo, justo en el medio, un papelito demasiado blanco, intacto. Silvia se acercó. El papel la llamaba. Lo recogió y leyó lo siguiente:

San Luis, día 4: una escuela, una historia

 

Fueron tantas las fuerzas que esas palabras escritas le dieron que en la actualidad podés leerlas apenas ingresas a la escuela rural número 266, ya reconstruida, a menos de 60 km de la ciudad de San Luis.

Con esa misma fuerza y energía Silvia recibe todos los días a sus alumnos. Ese día habían concurrido sólo cuatro. “Es que como vienen muchos hermanos, si uno se enferma, dejan de venir los otros”, nos cuenta un poco resignada porque quería que ese día estuvieran todos.

El pizarrón era muy elocuente: “Día hermoso y mágico”. Llegamos a la escuela con Karo, quien nos recibió el primer día, y Marita, una fiel seguidora de Magia en el Camino, que conocimos en nuestra presentación en la universidad. Nos pasaron a buscar tempranito, desayunamos mate, sándwiches y facturas en el camino y llegamos a la escuela donde los chicos nos esperaban ansiosos.

 

San Luis, día 4: una escuela, una historia

Mientras los más grandes estaban pendientes de la computadora…

San Luis, día 4: una escuela, una historia

Luciano te “mataba” con su simpatía…

San Luis, día 4: una escuela, una historia

San Luis, día 4: una escuela, una historia

 

Después de conversar un poco, preparamos todo y comenzó la presentación. Cada foto despertaba la curiosidad y las preguntas de los chicos y de la maestra. Cada cosa la relacionábamos con lo que ellos conocen y hacen y, así, entre charlas y fotos, pasó más de una hora. Luego, vino el show de magia, las sonrisas, el asombro y la alegría. Marita y Karo eran dos niñas más y eso nos encanta. Gracias, chicas, por todo!

San Luis, día 4: una escuela, una historia

San Luis, día 4: una escuela, una historia

San Luis, día 4: una escuela, una historia

San Luis, día 4: una escuela, una historia

San Luis, día 4: una escuela, una historia

La escuelita de Silvia es una más de las tantas que existen en la provincia, pero desde hace un poco más de dos semanas ya no es la misma. Ahora es la escuela donde las nenas del colegio Santa María pasaron la mañana antes del fatal accidente ocurrido en Zanjitas, una localidad cercana, donde un tren arrolló al micro en el que viajaban. “Hace dos semanas que no paramos de recibir visitas de periodistas y curiosos”, nos cuenta la maestra. Ella, con una sonrisa y su mejor buena voluntad atiende a todos los que llegan, responde sus preguntas, deja que saquen fotos al lugar y los despide con la misma sonrisa con la que los recibió. Admirable.
¿Qué pretenden saber quienes visitan el lugar? ¿Qué dato quieren inventar? ¿Qué ganan con interrogar a los alumnos sobre qué opinan de la maestra? ¿Qué tiene que ver eso con el accidente? ¿Qué logran con “revolver” lo que pasó esa mañana? Cualquier cosa, con tal de inventar una nota y llenar un espacio.

La escuela, ya reconstruida, pero con otro problema: en el interior de las paredes hay muchas, pero muchas… abejas!


San Luis, día 4: una escuela, una historia

 

El día de nuestra visita, Silvia nos tenía preparado un desayuno con mate cocido y cosas ricas bajo los árboles. Mientras los chicos nos contaban qué cosas hacían, qué les gustaba, cuáles eran sus sueños y cómo habían vivido el show de magia, la brisa fresca acompañaba el inolvidable momento. Pero el ingreso de un auto al predio rompió el hechizo. Eran dos periodistas, dos más, que venían a preguntar otra vez sobre lo mismo. Con su mejor sonrisa, Silvia se levantó y los recibió.

 

San Luis, día 4: una escuela, una historia

Dejamos la escuelita al mediodía. Despedimos a la bandera, nos despedimos de todos con unos fuertes abrazos y regresamos a la ciudad. Habían terminado nuestras presentaciones en San Luis. Un placer haber conocido gente tan buena y emprendedora. Un GRACIAS enorme a todos los que nos ayudaron en estos días e hicieron posible nuestra presencia.
Hasta siempre! Y mucha magia en cada uno de sus caminos!

San Luis, día 4: una escuela, una historia

San Luis, día 4: una escuela, una historia

Cuando nos íbamos descubrimos un nuevo cartel, de los tantos que Silvia colocó en la escuela luego de su reconstrucción. Lo compartimos con ustedes.

San Luis, día 4: una escuela, una historia

 

Este post es el último de una serie de cuatro relacionados con nuestra visita a San Luis. Los invitamos a que lean los anteriores en estos links:

San Luis, día 1: escuela, prensa y compus.

San Luis, día 2: escuelas rurales, microcine y reflexiones.

 San Luis, día 3: naranjo esquina y ciudad.

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