Un lugar en el mundo fue una de las primeras películas hispanas en lograr una nominación al Oscar como Mejor película extranjera. El actor Federico Luppi interpreta a Mario, un hombre que durante la dictadura argentina se exilia del país junto a su esposa para vivir en Madrid. Con la llegada de la democracia, la pareja regresa a Argentina, pero decide cambiar el ritmo de vida agitado de Buenos Aires por la tranquilidad de San Luis. La pareja se instala en una comunidad campesina, donde intentan mejorar la calidad de vida de sus habitantes dando clases de derecho social.
La película de Adolfo Aristarain nos presenta San Luis como un paraíso de tranquilidad y reflexión. Un sitio que representa el encanto de la “madre patria” argentina para los protagonistas, tan sencilla como hermosa. (Imágen: Benjamin Dumas)
La cámara de Aristarain grabó lugares como el Valle del Conlara, la Sierra de las Quijadas y la ciudad de Villa Merlo, conocida por microclima. De hecho se dice que es una de las ciudades con mayor calidad ambiental de Argentina.
Pero en Un lugar en el mundo también muestra otra faceta que atenta contra la naturaleza: la explotación sin control de sus recursos. Esta amenaza aparece representada a través del geólogo español interpretado por José Sacristán, que llega a la provincia con la intención de explotar los yacimientos petroleros y perturbar sin escrúpulos la tranquilidad de los habitantes. (Imagen: Benjamin Dumas)
Aristarain retrata la perseverancia y el compromiso social tan presentes en la vida de Mario. La imagen que ilustra la portada pertenece a Alejandro Russo.
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