San monti. ora pro nobis.

¡Por fin!. Por fin un político con mando de la U.E. se ha referido a la desregulación como causa de la crisis. No podía ser otro que el Sr. Monti, el único líder europeo que hasta ahora y desde que se inició la Merkel-crisis ha puesto un poco de sentido común e inteligencia en esta locura colectiva que es la MERKEL-U.E. En una entrevista con motivo de un libro que está a punto de publicar y que en cuanto lo traduzcan a un idioma que yo entienda lo pienso leer, ha manifestado que la crisis debe atribuirse a un mercado sin reglamentación ni vigilancia, y ha añadido que el Estado debe utilizar las leyes para regular y estabilizar los mercados y mejorar la situación económica.

Con el Sr. Monti me ha ocurrido algo curioso. Cuando hace poco más de un año fue nombrado Primer Ministro me dio mala espina, en primer lugar por proceder de Goldman Sachs, uno de los principales responsables de la crisis, y también por ser católico muy fervoroso, siendo siempre catastrófica mi experiencia personal hasta hoy con gente de esas características . Pero la verdad es que en un año ha hecho un trabajo excepcional y ha sido capaz de empezar a darle la vuelta a un país complejo, complicado y especialísimo como Italia. En mi caso lo cambiaría por 100 Rajoys, o 200, o 300,…. Ha sido de los que no han cumplido todas las instrucciones de la Troika, especialmente en lo referente a impuestos, sin embargo jamás se ha escondido y ha criticado abiertamente las mencionadas instrucciones  enfrentándose incluso a la Führer, mientras otros presidentes centrales y autonómicos las reafirman y ven signos de esperanza en ellas. Su habilidad ha conseguido que a pesar de que, con parámetros distintos, la situación de Italia no es mejor que la nuestra, la visión que se tiene, y el trato que se da a ambos países es casi opuesto, nosotros estamos en el fondo del cubo de la basura haciéndole compañía a Grecia, y ellos la basura ni la huelen. Claro que el gobierno del Sr. Monti nunca ha retrasado una decisión o una medida por la fecha de unas elecciones, nunca ha hecho anuncios serios y graves para la ciudadanía o para la imagen del país actuando como si fuesen un caballo en una cacharrería, ningún miembro de su equipo se ha pasado meses vendiendo a la U.E. la idea de que todos los problemas son culpa de las regiones, y cuando el Sr. Monti ha tenido problemas con el equivalente italiano de las CCAA, como ha sido el caso al menos de Sicilia y la Liga Norte, ha procurado solucionarlos en familia y evitando fuegos artificiales. Por eso algunos de mis comentarios anteriores los he concluido con la invocación San Monti ¡Ora Pro Nobis!.Los países tienen los líderes que se merecen, y me alegro por los italianos, pero ¿Qué gravísimo pecado hemos cometido nosotros?.

El problema es que el único líder europeo que se refiere a la razón básica de la crisis, aunque sea solo a nivel de comentario es el Sr. Monti, los demás, Führer incluida, callan.

Es incompresible, a menos que obedezca a una estrategia concreta, que después de los años que llevamos de crisis inicial y reiniciada, y de que la opinión generalizada es que el liberalismo salvaje y la consiguiente desregulación son los máximos responsables de la crisis más bestia de la historia, a nadie se le haya ocurrido ni tan solo proponer el freno y marcha atrás al liberalismo salvaje. Con más razón cuando el liberalismo extremo jamás se ha aplicado a nivel de país concreto o de forma global sin acabar provocando muy duras crisis. Entonces, ¿a qué esperan?.

En mi opinión el principal escollo es que las grandes multinacionales y grupos financieros no están por la labor, y son los que promueven el concepto de que el liberalismo loco no se discute. Además será extremadamente difícil que Wall Street acepte acabar con uno de los peores monstruos creados por el liberalismo salvaje : los nuevos instrumentos financieros aparecidos a finales de los años 90 que provocaron que los mercados financieros como fuente de financiación corporativa, canal para las inversiones y termómetro de la situación económica, se convirtieran en casinos desquiciados donde no se invierte sino se apuesta y donde los más importantes apuestan con trampa. Me estoy refiriendo a instrumentos como los opacos Hedge Funds, que a pesar de los muchos y abultados escándalos y estafas siguen siendo opacos y a nadie ni se le ocurre proponer acabar con todo tipo de opacidad. Y por supuesto que las apuestas no serían excitantes sin los derivados, los primeros instrumentos financieros donde el inversor no juega a beneficios sino a desastres. Para que se entienda a que me refiero, en la actualidad se pueden oír y leer con frecuencia comentarios referidos a inversiones bursátiles que de alguna manera dicen que para obtener ganancias elevadas, es recomendable desarrollar la habilidad de prever con días u horas de antelación cual va a ser el siguiente sector económico o país que los Hedge funds y los inversores en derivados van a atacar. Si un asesor bursátil hubiese hecho este comentario antes de los años 90 lo habrían mandado al manicomio, y quizás lo que ocurre es que ahora todos estamos en el manicomio.

Lo malo es que sigo pensando que si nadie hecha el freno a esta locura, esto puede acabar muy mal, porque el pueblo tiene paciencia, pero cuando se le acaba se transforma en un monstruo que arrasa con todo.