La primera imagen es el mirador visto desde abajo; las dos siguientes. podemos apreciar la ermita que se encuentra en la cima, dedicada a San Pedro de Atxarre, que data del siglo XV, donde, antaño se celebraban romerías desde Ibarrangelu y Akorda. Por San Gregorio se bendecían las cruces de laurel y avellano que se colocaban en las huertas para proteger la cosecha.
Parece que una gran variedad de esas especies animales que hacen su vida en la Reserva, se resienten por las explotaciones turísticas y las industrias que se han ido creado en los últimos años. Y lo cierto es que ante tanta belleza, uno siempre se queda corto para expresarlo. Ni siquiera las imágenes, por más fidelidad que ofrezcan, pueden dar fe de la impresión que causa echar la vista a la Marisma desde aquel enclave tan idóneo, para contemplar la desembocadura de la ría de Gernika, Busturia, Pedernales, Mundaka, Bermeo, cabo de Matxitxako e Isla de Izaro. Como ya adelantaba para mis seguidores de facebook el día 23 del mes pasado, cuando Juantxu y yo nos lanzamos a la aventura, la visita terminó a las tres de la tarde en el Boliña Viejo de Gernika.
Para saber más:
La Wikipedia