Siempre pensé, simple de mí, que san Ramón Nonato no llegó a existir. Digo, nada, un tío que en el útero materno se puso a hacer milagros y la iglesia dijo: ¡Tate! “Habemus santus”. ¡Pues no! Este buen señor anduvo (que bello es el español, mucho más bonito anduvo que andó ¿a qué sí?) por el mundo en la primera mitad de siglo XIII. Parece ser que lo de Nonato se debió a que no fue parido, sino extraído mediante cesárea. En ese caso, digo yo que debería ser san Ramón Noparido, porque nacer es: salir del vientre materno. No importa la forma. Claro que suena raro, es verdad. Queda más glamuroso eso del Nonato.
Otra curiosidad de este buen señor, es que lo hicieron patrón de los partos, embarazadas, matronas, niños y de los acusados en falso. Dejemos este último para el final y centrémonos en los anteriores.
No consigue que su madre le dé a luz normalmente, es decir, con su dilatación, dolores, ensanchamiento vaginal, etc. Es más, su madre murió antes de darlo a luz. Y van y lo hacen patrón de los partos. Veamos. Parir es: Dicho de una hembra de cualquier especie vivípara: Expeler en tiempo oportuno el feto que tenía concebido. Seguimos. Expeler es: expulsar. No extraer. Ergo, no parece tener mucho sentido este patronazgo y por extensión el de matronas, embarazadas y niños. Si hubiera conseguido que tras un parto difícil, en el que a punto estuvieran de morir madre e hijo, al final, por su intervención, se salvaran, no me opondría yo. Pero eso de salir de rositas a través de una abertura en el vientre, sonriente y ufano y con la madre de cuerpo presente, no parece muy milagroso. Ni siquiera para el siglo XIII.
En cuanto a lo de patrón de las personas falsamente acusadas me lo tendrán que explicar. Puede ser que como era de la orden de los Mercedarios, que se dedicaban a rescatar cautivos cristianos de la morisma, pues digo yo que pueden ir por ahí los tiros. Por aquello de que sufrían cautiverio sin causa justificada. Vale, es una opinión mía, pero con algún viso de veracidad.
Por cierto, menudo pelma tenía que ser el tío predicando. Resulta que se bajó al moro a comprar cristianos en lugar de grifa, que todo el mundo sabe que es mejor negocio y en aquella época las aduanas eran más laxas. Bueno, pues cuando se le acabaron los maravedíes, se quedó él de rehén para salvar a otro cristiano. Buena gente si que era, eso no se lo vamos a quitar. A lo que iba: estando de rehén, se dedicó a predicar y cómo no sería de pesado, que le perforaron los labios con hierros candentes para que se callara de una vez e incluso le colocaron un candado en la boca. ¡Coño, qué idea! Me la apunto, alguna utilidad ya le sacaré.
Oración especial para embarazadas:
Oh San Ramón Nonato prodigioso. A Vos vengo movida de la grande benignidad con que tratáis a vuestros devotos. Aceptad, Santo mío, estas oraciones que de muy buena gana te ofrezco, en memoria de tus oraciones tan meritorias, que alcanzaron de Dios el que os haya constituido especial patrón de las embarazadas. Aquí está, Santo mío, una de ellas que se pone humilde debajo de vuestra protección y amparo, suplicándoos que así como se conservó siempre invicta vuestra paciencia en todos aquellos ocho meses en que fuiste tan singularmente martirizado con el candado y otras penas que pasasteis dentro de la tenebrosa mazmorra y en el mes noveno salisteis libre de todas aquellas prisiones, así Santo y abogado mío, os pido humildemente me alcancéis de mi Dios y Señor el que la criatura que está encerrada en mis entrañas se conserve en vida y salud por espacio de los ocho meses, en el noveno salga libre a la luz de este mundo, haciendo Vos, Santo mío, que así como el día que salió vuestra alma de vuestro cuerpo fue un día Domingo, que es día de gozo y regocijo, así el día de mi parto sea de todo contento y gozo, con todas aquellas circunstancias que Vos sabéis que más convienen a mayor gloria de Dios y vuestra y salvación de mi alma y la de mi hijo. Amén.
Murió el 31 de agosto de 1240, de camino a Roma para ser nombrado cardenal. Y es en esa fecha cuando se celebra su festividad.
Y como todos los santos tienen octava, pues aquí estoy yo y siguiendo el ejemplo de mi limeña preferida: Marga, homenajeando al santo del día. Del día 31, claro está.