San Roricio I de Limoges, obispo. 21 de julio y 25 de septiembre.
Nació hacia 430 en una familia noble galo-romana. Fue un joven dado a la caridad y luego de casarse, junto a su mujer, ambos fueron compañeros visitando a los pobres y enfermos. Emplearon su fortuna para socorrer a los prisioneros esclavizados por deudas. En ocasiones pagaron para liberarlos, y en otros asumían las deudas para que las familias no perdieran a los padres y sustento.
En el año 485, luego de haber enviudado, fue nombrado obispo de Limoges. Ya con poder episcopal, continuó preocupándose por los presos y sus familias, organizando una gran obra asistencial en torno a ellos. Además, construyó la iglesia de San Agustín y un monasterio anexo a esta. En 506 participó en el Concilio de Agde, presidido por San Cesáreo (27 de agosto), donde se establecieron normas morales para el clero y se trató el asunto de la evangelización de los visigodos arrianos.
Roricio falleció en 507 y fue sepultado en su amada iglesia de San Agustín. Su sepulcro aún se venera.
A 21 de julio además se celebra a:
San Tremeur,
príncipe y mártir.
San Víctor de Marsella
soldado mártir.
San Daniel, Profeta.
San Arbogast, obispo.