Después de unas semanas finales de 2013 bastante cargaditas de trabajo y nuevos proyectos, con pocas horas de entreno y sin poder cuadrar pruebas como me hubiera gustado, me animé a acompañar a un amigo a la San Silvestre de Alcobendas 2013.
No me gusta correr sin dorsal, es la primera vez que lo hago, pero fué algo que decidí pocas horas antes de la prueba y ya me fué imposible apuntarme y para un día que he tenido la posibilidad de correr alguna carrerita ... eso sí, el año que viene tengo la firme intención de volver a correr con mi correspondiente inscripción.
La idea es que yo haré de liebre intentando bajar de los 20 minutos en el 5k, algo que parecia complicado viendo el perfil, además mi falta de entreno de los últimas semanas me hacía pensar lo complicado que sería mantener un nivel aceptable durante toda la prueba.
Me sorprendió la salida, bastante lenta, a pesar de estar bastante delante nos costó un poquillo abrirnos paso entre la multitud que apareció de pronto no se muy bien de donde, aunque tras los primeros metros de subida la cosa se aclaró bastante y pudimos correr agusto manteniendo el pulso a las subidas y relajando en las bajadas, yo siempre pendiente del crono para intentar llegar a ese kilómetro 5 dentro del tiempo marcado y sin llevar a mi compi pasado de vueltas.
Antes de pasar por primera vez bajo el arco de meta mi compi toma la iniciativa. Vamos muy bien y mantengo el tipo y nos disponemos a dar buena cuenta de la segunda mitad del recorrido, la más dura y exigente con fuertes y largas subidas, con algún descansillo, pero por lo general, siempre nos eleva unos metros más.
Una larga avenida es el preambulo de la llegada a meta, larga avenida en bajada que nos permite poner un ritmo fuerte; se que estamos en el límite para bajar de los 40'. Me mantengo a un par de metros de mi compañero, reteniendo mi ansia de dar lo poco que me queda; pienso en el perfil y debe quedar un repechón. Giramos a la izquierda y veo la línea de meta, y el repechón es una pequeña cuestecilla, por lo que suelto gas. El cronómetro marca unos segundos por debajo de 40' cuando pasamos bajo el arco de meta.
Para mí, una gran noticia y me siento muy satisfecho del resultado, sumando un sub 40 más, algo que me gustaría convertir en la norma. Y para mi compañero de carrera su primer sub 40', por lo que también alegrón para él a pesar de tener el pie algo tocadillo.