San Zósimo da la comunión
a la santa penitente.
La primera y más confiable fuente sobre Zósimo es una mención en la "vita" de San Ciriaco (29 de septiembre), escrita por Cirilo de Escitópolis. En esta se cuenta que un día, dos discípulos del santo, uno de ellos sería Zósimo, que se habían internado en lo profundo del desierto para hacer su tiempo de penitencia, vieron a un extraño ser con apariencia humana entre los espinos. Miraron, pero no estaba, e hicieron oración pensando que sería cosa del diablo. Más adelante hallaron una cueva y al intentar entrar vieron de nuevo al extraño ser que les alertó no se acercaran, pues era una mujer y estaba desnuda. Y así, de lejos, ella les confesó que su nombre era María, y había sido una gran pecadora que además había llevado a otros a pecar. Pero tocada por Cristo se había ido al desierto a expiar sus culpas. Los monjes la dejaron, y luego de la cuaresma volvieron al monasterio y contaron a Ciriaco lo ocurrido. Por Pascua fueron a visitarla y la hallaron muerta, y la sepultaron allí mismo con veneración.
Esta historia, escueta y sincera, menciona a nuestro Zósimo y a esa penitente desconocida llamada María, de la cual surgiría la leyenda que podéis leer en este link, muy posterior, de Santa María la Egipcíaca, que se hizo extremadamente famosa a partir del siglo IX, llegando al culmen de su fama en los siglos XII y XIII. Aunque fantasiosa, parte de un hecho real, el narrado anteriormente. Por su parte, la leyenda propia carmelitana hace santo eliano a Zósimo, como a todos los santos anacoretas del desierto.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 4 de abril además se celebra a
San Tigernach de Clones, abad y obispo.
San Meryn de Bretaña, ermitaño.