Revista Diario
Lluvia Al Pasear llevaba muchos meses en mi cabeza antes de atreverme a pulsar la tecla de "publicar". Aún recuerdo el vértigo que sentía, y que siento, cada vez que publico una entrada. Pero algo me decía que tenía que dar un paso al frente, por mi, por mi familia.
Las pretensiones que tenía y sigo teniendo con este rincón no van más allá que la de poder dar rienda suelta a mis pensamientos y experiencias, haceros participes de aquello que creo que os puede ayudar o simplemente, poner por escrito mis inquietudes.
Después de dos años de recorrido, a veces aún me surgen dudas. Si estaré haciendo bien exponiendo parte de mi vida por aquí. Si merecerá la pena contaros como ha sido mi experiencia y si sirve de algo. No es fácil nadar entre el límite que me he marcado: contar lo que puede servir de ayuda, pero a la vez ser respetuosa con la intimidad de mi familia.
Pero luego llega un mensaje que te remueve y te hace reconectar de nuevo: "Marta, contigo sanamos".
Sanar, cerrar viejas heridas, poder poner palabras a aquellos miedos u experiencias que se nos quedaron clavaditos. Que enorme responsabilidad y a la vez que sorprendente saber que algo que tu escribes puede proyectarse en otra persona y obtener este efecto.
Vosotras, con vuestros emails y privados, con cada uno de vuestros comentarios sois la razón de que esta ventana siga abierta. Mientras a alguna persona este rincón pueda servirle de cura para el alma, aquí estaré. Gracias por el privilegio que supone teneros aquí y que me hagáis participe de vuestras historias. Gracias por sumar.
En este mundo que se ha vuelto loco, en el que en ocasiones quedo horrorizada por las atrocidades cometidas, sigamos sanando, sigamos sumando, sigamos amando.
PINEA PARA MÁS TARDE