Revista Opinión

Sanar el alma canalizando energías

Publicado el 19 marzo 2019 por Carlosgu82

Cuando uno aprende a escuchar su cuerpo y a canalizar las energías negativas que vaya teniendo, habrá adquirido el control y una gran parte de salud. Aprender a escucharse es esencial, cuando uno se siente mal debe indagar más, ¿qué siento?, ¿dolor, rabia, frustración, pena? y ¿dónde lo siento como energía?, ¿en el pecho, en el estómago, en la cabeza?, ¿dónde tengo esa energía negativa que me produce malos síntomas?

La ansiedad por ejemplo, es un cúmulo de energías negativas que no son canalizadas, no son desahogadas, entonces se instalan en alguna parte y nos roban la salud, nos sentimos alterados, cansados, aturdidos, sin poder tener buenos sentimientos, buenas sensaciones y disfrutar.

La depresión aunque no lo parezca, también se trata de energías negativas, al contrario de la ansiedad en vez de alteración es todo lo contrario, un estado de bajón donde no hay ganas de hacer nada, pero esa forma de inactividad también son energías que paralizan a las positivas, se apoderan del bienestar.

Tanto en un caso como en el otro, son energías mal canalizadas, no desahogadas ni tratadas, si uno no hace nada le dominan pero si se trabaja para ganarle la batalla se irán disipando, no es cosa de un día para otro, se trata de cojer un hábito que sepa canalizar esas malas energías, no dejar que se apoderen y cada día usar las energías positivas que todos tenemos para que vayan absorviendo a las paralizantes, solo hace falta saber ponerlas en marcha.

¿CÓMO TRABAJAR PARA IR DISIPANDO LAS MALAS ENERGÍAS?

Voy a poner dos ejemplos opuestos, un caso de ansiedad que es un exceso de energías no canalizadas y otro caso de todo lo contrario, depresión sin ganas de moverse.

1.ANSIEDAD POR FRUSTRACIÓN: un ejemplo de sentir ansiedad en el pecho, presión y alto nerviosismo, lo primero es detectarlo, ya ves donde lo tienes, que malas sensaciones te produce, no hay que ir en contra ni verlo como enemigo, simplemente detectarlo para conocerlo, plantarle cara y usar esa energía para hacer otra cosa.

Escribe todo lo que sientas, aunque luego rompas la hoja pero hay que soltar toda la frustración que uno siente, el porqué, qué preocupa, todo lo que te vaya viniendo y sientas que debido a eso sientes ansiedad, una vez lo has entendido mentalmente ya tienes dos raíces del monstruo que te ataca, sabes los motivos, te gustaría que tu vida fuera de otra manera, te gustaría tener cosas que no has conseguido,tienes una edad y sientes que es tarde para algo y tu pecho está apretado y tienes nervios,

ahora pasamos a tocar esa herida, la ansiedad no es tu enemiga, tu cuerpo te la lanza para ayudarte, lo que pasa que no sabe canalizar esa energía y se te convierte en negativa, una vez tu sabes canalizarla se transforma, ponte la mano en el lugar donde sientas esa ansiedad, con la palma de la mano abierta, y masajea en redondo o como tu sientas que estás a gusto,

y dirígete a la mala energía con palabras cariñosas, créeme que odiarla e ir en contra o frustrarte por ello solo hará que se haga el doble de fuerte, dile algo como “aquí está esta energía negativa, gracias cuerpo por enviarla para que yo despierte y empiece a autoconocerme, a mimarme, a quererme, a cuidarme, te acaricio y siento bienestar con este masaje

déjate llevar, nadie más que tu sabe como prefiere ese masaje, en redondo, de arriba hacia abajo, presionando más o menos, cada persona es un mundo, no hay un manual exacto para explicar, después de haber acariciado a la mala energía sentirás más control para luego desahogarla,

ahora piensa qué vas a hacer, en tu cuerpo tienes energía estancada que necesita que salga hacia afuera, en casos de ansiedad suele ser mejor algo de deporte, solo uno sabe qué le puede sentar bien en ese momento, puede ser salir a correr, bailar, hacer pesas, hacer yoga, lo que sea que haga que el cuerpo se mueva o estire,

a través de esa puesta en marcha el cuerpo quema la mala energía, por eso siempre aconsejan que uno no se quede parado en casa cuando hay ansiedad, sino no se consigue que la mala energía salga hacia afuera y se vaya, aunque solo sea salir para caminar una hora rápido, a nadar, a lo que sea pero es necesario que el cuerpo se mueva, dejarlo quieto es dejarse dominar por las malas energías, ganas la batalla cuando no te paraliza y sigues haciendo cosas,

si te fijas, la ansiedad no es más que un exceso de energía que no se sabe qué hacer con ella, y queda atrapada dando nervios, se puede usar esa energía para algo positivo, porque es potente y depende cómo la utilices te puede paralizar o impulsar, si te quedas sin hacer nada te come pero si por ejemplo sales a jugar un partido de basket te puedes sorprender de cómo una energía que parecía negativa, usada para otra cosa te sorprende y una vez la has usado para algo positivo se va disipando porque sabe que ya no puede contigo, que no te paraliza, que si te viene tu tienes un plan para expulsarla

toda ansiedad es una incapacidad de poder estar en el presente, por ello practicar en esto es esencial también, tratar de enfocarse en las sensaciones que hay en el momento, ruidos, que ves alrededor, todo está bien en la realidad, la ansiedad es un estado donde la mente se ha ido del presente, se va al pasado o futuro que no existe, por eso volver al instante presente también bajará ansiedad, no existe otro momento para vivir sino es aquí y ahora, aprende a crear buenas sensaciones en este presente

2.BAJÓN POR DEPRESIÓN: ejemplo de lo opuesto, tienes una sensación de cansancio, abatimiento, nada de ganas de hacer nada, te sientes atrapado en un estado de inactividad, igual que en los casos de ansiedad, se empieza analizando qué siento, si ahora viniera un genio con una varita mágica y nos diera lo que quisiéramos, ¿qué deseo, qué echo de menos, qué me duele, qué cambios quiero en mi vida?

escribe todo lo que sientas y llóralo fuertemente, suelta toda la tristeza que necesites, pero con control, no te pases un día llorando, ponte un horario, permítete por ejemplo hacerlo 20 minutos y en cuanto termine el tiempo se acabó, ya has desahogado, conoces que es lo que te gustaría hacer o tener y no has conseguido y qué pensamientos negativos tienes,

somos como el tiempo, si dejas que salga la lluvia y el mal tiempo, después cambia el estado, das paso a la transformación, cuando uno no desahoga y va aguantando y pasa los días sin hacer nada, no cambia de estado, se vuelve todo una rutina donde uno pierde el control, en cambio si dedicas tu tiempo al desahogo terminarás cambiando de estado, después de soltar toda la tristeza y anhelos a tu cuerpo no le queda otra que cambiar de estado,

luego piensa, ya he soltado las malas energías ¿ahora qué? pues a hacer algo, vete al cine, de compras, llama a una amiga, ponte a tu cuidado personal, dúchate y siente el placer del agua caliente, aprende a disfrutar de las pequeñas cosas y sensaciones, no des la espalda a la tristeza, tómate tu tiempo para vivirla pero en cuanto la desahogues pasa a hacer algo, tu cuerpo ya no se sentirá tan estancado porque has desahogado, una vez fuera esas energías negativas el cuerpo da espacio y energía para seguir haciendo cosas,

con tu dolor a cuestas puedes seguir haciendo lo que quieras, llegará un dia donde ya ni te apetezca llorar, tanta repetición la pena se acaba cansando y se le hará cansino tocar otra vez el mismo tema, esa es la diferencia entre desahogar o remprimir, si reprimes y no quieres pensar en el problema ni quieres llorar entras en un estado de parálisis, no sueltas energías, las dejas estancadas y cada vez tendrás más bajón, hay que atender a las energías negativas, necesitan salir, como una olla a presión que necesita su agujerito para ir saliendo o explota,

llora, patalea, pega puñetazos a una almohada si lo necesitas, pero recuerda, tienes un tiempo, cuando termine se acabó, ya te has desahogado ahora a arreglarse y a hacer lo que toque, has sacado las energías negativas, ahora tienes más energías renovadas disponibles para seguir haciendo cosas, así la tristeza va a sentir que tiene su espacio y en cuanto sienta que no puede contigo porque ahora sabes desahogarla sin que te paralize, ya se disipa,

en cuanto cualquier energía nota que la vas a sacar hacia afuera y no te paraliza, no le queda otra que marcharse, porque lo que desea es instalarse en tu cuerpo y no salir, cuando aprendes a sacarlas de una manera eficiente y con un tiempo determinado ya no vuelven


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