En esta campaña electoral Pedro Sánchez está en igual situación desesperada que Artur Mas tras las ya lejanas elecciones autonómicas, por lo que promete concederle lo que le pida cualquier partido que lo apoye para ser presidente.
El líder socialista se vende así, incluso a los separatistas, con tal de “mandar al paro” a Mariano Rajoy.
Su oferta no es sólo al centrista Ciudadanos, o al ultraizquierdista Podemos, disfrazado ahora de moderado, sino también a la Convergencia separatista de Artur Mas y a los antisistema de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP, separatista), si ambos partidos catalanes aplazan-aparcan temporalmente su independentismo.
Muchos socialistas se confiesan asustados: Sánchez rechaza obsesivamente a Rajoy y promete desmantelar toda la legislación bajo su mandato, pero tras esto, no presenta ni una propuesta electoral que no dependa de otros partidos.
Sánchez quiere ignorar que gran parte de las políticas restrictivas del PP, incluyendo su reforma laboral, fueron impuestas por Bruselas como condición para no intervenir la economía española... PULSE ABAJO PARA LEER LA CRÓNICA COMPLETA Y VER A SALAS...