Dejaos ya de señalar y acusar a personas que están por debajo de Sánchez. Él es el "Capo di tutti capi", el único, el autócrata que tiene todo el poder, el que exige sumisión y reverencia de los suyos y de todos los españoles, el responsable de todo. Los demás que le rodean son sólo dependientes y cortafuegos, para proteger al CAPO, el gran responsable y el mayor culpable. El régimen sanchista es una autocracia piramidal y en la cúspide sólo está él. Todos los demás miembros de la banda son sólo soldados. El suyo es un ejército sin oficiales. Como ocurría con Franco y ocurre con Putin, él es el único capitán. A nadie en Rusia se le ocurre pensar que el asesino de Alekséi Navalni sea el jefe de la prisión ártica donde murió o el responsable de la seguridad del Estado. Allí saben que el único responsable es el capo Putin. Sólo en España hay imbéciles y subyugados que señalan a los cortafuegos secundarios como responsables de la corrupción, el abuso y los atentado contra la democracia. El "caso Koldo" es el "caso Sánchez" porque ni Koldo, ni Ábalos, ni Santos Cerdán, ni María Jesús Montero, ni la Armengol, ni nadie que forme parte del poder socialista es capaz de mover un sólo dedo sin el permiso del capo Sánchez. En el PSOE de Sánchez, la democracia interna es humo, como lo es también el debate. Allí no hay más que un jefe y un único pensamiento. Lo más parecido a Sánchez es la China comunista, pero Xi Jinping, como autócrata integral, no le llega a Sánchez ni a la rodilla. ¿España es una dictadura? SI. ¿En España hay democracia? NO. En España sólo manda Sánchez y su máximo esfuerzo no está orientado a que el país prospere y crezca o a que los españoles vivan mejor, sino a controlar el resto de los recursos y poderes del Estado: la Justicia, la Monarquía, las Fuerzas Armadas, la vida y las propiedades de los ciudadanos, la información, incluso el pensamiento. Sus armas favoritas son la manipulación, la invasión de los inmigrantes, el miedo, la mentira, el control de la información y la insidia. Mueve a las personas como si fueran tanques en una guerra, Las usa para acaparar poder y ocupar espacios. Ha llenado España de cortafuegos sometidos y los ha colocado en los espacios estratégicos del poder: empresas públicas, instituciones, Poder Judicial, organismos de control, etc., todo un ejército de zombis a sus órdenes. La estrategia del gran autócrata consiste en interponer a sus cortafuegos para evitar que el incendio y la mierda lleguen hasta él. Koldo, Ábalos, Armengol y todos los sospechosos son cortafuegos prescindibles cuando ya no sirven para detener el drama que amenaza al Capo. Hablar de Ábalos, de Koldo o de Armengol, en términos de poder, equivale a dar oxígeno al verdadero culpable de los escándalos, abusos e iniquidades, Pedro Sánchez. El verdadero rostro del Capo es muy difícil de ver porque está rodeado de disimulo, sobreactuación y mentira. Cuando habla, el capo parece una monja y pone voz humilde para engañar. Cuando arde España, él se quita de enmedio y se va a Latinoamérica, como ha hecho hoy. Cuando la oposición le acusa en el Congreso, él no asiste y envía a un cortafuegos para que lo frían. Pero a veces se le escapa la soberbia del autócrata. ¿Recordáis aquello que dijo: "¿De quién depende la Fiscalía? Pues eso". Francisco Rubiales