La visita de Sánchez a La Habana, la primera de un presidente del Ejecutivo de España después de la que hizo el también socialista Felipe González hace 32 años, tiene como objetivo profundizar en la normalización de relaciones que ya existe entre la Unión Europea (UE) y el Gobierno de Cuba e impulsar políticamente la que tienen españoles y cubanos en los ámbitos social, cultural y económico.
Además de la reunión bilateral que Sánchez mantendrá con Díaz-Canel y de la cena posterior en el palacio presidencial, el jefe del Gobierno español celebrará un encuentro con unos 800 representantes de la sociedad civil en la residencia del embajador.
Tras confirmar que no hay ningún encuentro previsto con la oposición cubana, fuentes del Ejecutivo español recuerdan que ninguno de los presidentes de países europeos, ministros o papas que han ido a La Habana en los últimos años ha mantenido encuentros de ese tipo.
"Aunque el listón para nosotros está un poco más alto, el presidente (del Gobierno) no hace nada distinto de lo que han hecho otros", señalan las fuentes, que recalcan que Sánchez "hablará de todo" con Díaz-Canel y que lo que se busca es que haya un "diálogo franco" entre España y Cuba al más alto nivel.
En ese marco, el Gobierno español asegura que, a la hora de conseguir la liberación de presos políticos, "cuanta más reserva haya, mejor, porque se trata de ser eficaz, no de ponerse medallas".
Sánchez volará este jueves a La Habana acompañado de los ministros de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, así como de un grupo de 24 empresarios de distintos sectores y tamaños de negocio.
Entre ellos, está previsto que viajen altos directivos de Telefónica e Iberia, así como del presidente de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), Jaime García-Legaz; de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, y de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet.
En la bodega del avión presidencial viajará la emblemática "silla de Maceo", del general cubano y segundo jefe del Ejército Liberador de Cuba, Antonio Maceo, que el propio Sánchez entregará en La Habana al Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, 121 años después de que fuera requisada como botín de guerra por el general Valeriano Weyler y trasladada a la isla de Mallorca, en el mediterráneo español.
La pieza, hecha de un tronco de palmera, ha sido cedida durante dos años por el Ayuntamiento de Palma, la capital de las islas Baleares, para una exposición temporal sobre el militar cubano que se abrirá a principios de diciembre en el Palacio de los Capitanes Generales de La Habana.
El programa de la visita empezará con la llegada al aeropuerto, la protocolaria ofrenda floral en el monumento a José Martí y el traslado de Sánchez al palacio presidencial, donde, una vez terminados los honores militares y los saludos entre delegaciones, los presidentes español y cubano se reunirán a solas o acompañados de algún asesor.
Esa reunión se ampliará después a la participación de más personas, tras lo cual se firmarán los acuerdos correspondientes y se dará paso a una cena oficial.
Al día siguiente, Sánchez mantendrá un desayuno coloquio con los empresarios españoles, antes de dar paso al foro empresarial hispano-cubano.
Ese mismo día hará entrega de la "silla de Maceo" en un acto con el que comenzará un paseo por la Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad desde 1982, junto al Historiador de la Ciudad, que mostrará al presidente español varios edificios rehabilitados por la cooperación española.
Al término del recorrido, Sánchez anunciará la participación española en dotar de accesibilidad para las personas con discapacidad toda la Habana Vieja y en la modernización de la Escuela Taller.
Después inaugurará un exposición de arquitectura en una galería cubana, con lo que cerrará la parte cultural de su visita, y comenzará la de contacto con la sociedad civil.
Será en la residencia del embajador español, Juan Fernández Trigo, donde Sánchez ofrecerá una rueda de prensa y celebrará un gran encuentro con unas 800 personas españolas y cubanas, entre ellos numerosos religiosos, y también empresarios, periodistas independientes, artistas e intelectuales.
A la cita confirmaron su asistencia el actor Jorge Perugorría; el escritor Leonardo Padura, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015; el cantautor Carlos Varela; el empresario José Enrique Núñez, que dirige el famoso 'paladar' o restaurante cubano "La Guarida", y las diseñadoras gráficas Leire Fernández e Idania del Río.
También, el promotor del proyecto católico Cuba Emprende, Jorge Mandilebo, y los periodistas independientes Abraham Jiménez-Enoa, de la revista digital "El Estornudo", y Roberto Veiga y Lenier González, de Cuba Posible.