Sanción por no presentar las cuentas anuales

Muchas veces me preguntan si existe algún tipo de sanción por no presentar las cuentas anuales. Mi respuesta siempre es la misma: Existir existe, pero no tengo constancia de que se esté aplicando en ningún caso. La posibilidad de sancionar se estableció cuando todavía pagábamos en pesetas y ya por entonces se legisló sobre una sanción mínima de 200.000 pesetas. Actualmente se mantiene la situación con el equivalente de 1.200 euros. La pregunta es… ¿Después de todos estos años, siguen sin sancionar?

Posible sanción por no presentar las cuentas anuales. Nuevos rumores

Sanción por no presentar las cuentas anuales. ¿Se están aplicando?

Hay dos tipos de sanción por no presentar las cuentas anuales; una es el cierre de la hoja registral que se produce al cabo de tres años de no presentar las cuentas y que impide cualquier inscripción mientras no se ponga al día esta obligación. Esta sanción (no económica) la aplica el registro y, siendo molesta, no es demasiado gravosa.

Pero la otra sanción es cosa del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), y por lo que se rumorea (no tengo la certeza de que el rumor sea fiable), han empezado a sancionar a algunas empresas. Recordemos que la sanción puede fluctuar entre el mínimo antes indicado de 1.200 euros, hasta los 60.000 euros.

Hay que recordar que también está prevista la sanción por presentación fuera de plazo. En ese caso se aplicaría el mínimo de 1.200 euros con una reducción del cincuenta por ciento. En total 600 euros por año fuera de plazo.

Caso de ser cierto el rumor, supongo que estarán empezando por aquellas sociedades que no depositan cuentas con el fin de esconder su situación contable de cara a terceros. No creo que, al menos de momento, se pongan  a sancionar a las muchas sociedades que simplemente han dejado de presentar cuentas por estar inactivas. Si la potestad sancionadora fuera de Hacienda no me extrañaría que actuaran de este modo, pero tengo la confianza de que el ICAC querrá demostrar su imparcialidad en el asunto y no querrá aparentar afán recaudatorio.

En cualquier caso es bueno recordar que estamos obligados a presentar las cuentas y hacerlo en plazo. No vaya a ser que el rumor sea cierto y nos pille sin habernos confesado.

Ramón Cerdá