Cronómetro de Récords entrevista a la base del Gernika en la Copa de la Reina de Zaragoza
Sandra Ygueravide, base del Gernika, sonríe mientras se abraza a su compañera Itziar Ariztimuño tras vencer al Uni Girona. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Toni Delgado (@ToniDelgadoG) / Zaragoza Según el INE (Instituto Nacional de Estadística), en España hay 17 personas con Ygueravide como primer apellido y nueve que lo tienen como segundo, y están repartidas entre Sevilla y València. "Ostras, pues mis abuelos eran andaluces... Ahora toda mi familia está en la terreta. Si averiguas el origen del apellido, avísame, por favor. Me haría ilusión saberlo. Hay quien me ha dicho que puede proceder de Euskadi", comparte Sandra Ygueravide (València, 1984), base del Gernika. Después de vencer al Uni Girona por 65-79, este sábado su equipo se enfrentará al Perfumerías Avenida por un puesto en la final de la Copa de la Reina de Zaragoza.—Estáis en un gran momento mental y de forma. Veníamos a la Copa con la moral alta, sabiendo que estábamos haciendo las cosas bien las últimas semanas, y probablemente nos encontramos en el mejor momento de la temporada. Queríamos competir y pelear, y lo hemos conseguido. Aquí cada partido es una final, y necesitábamos empezar muy bien y que el Uni Girona no pudiese jugar cómo más le conviene. En defensa hemos estado muy bien y nos hemos pasado el balón genial.
—Estás alegre, pero... ¿Ya estás pensando en semifinales?Por supuesto. Cuando he llegado a la zona mixta, ya me he puesto a pensar en volver al hotel, recuperarnos y estar lo mejor preparadas que podamos contra el Perfumerías Avenida.
—La conexión que tenéis con la grada es mágica...Creo que cuando las cosas van bien, el equipo juega a buen nivel y nos sentimos cómodas, el público lo nota. Sentimos muy cerca a nuestra afición: es especial.
—Por cierto, hacía más de 17 años que no jugabas la Copa en España. ¡Tu última experiencia en la Copa fue en 2006, en León y con el Club Baloncesto Ciudad de Burgos! ¡Ha llovido muchísimo! Entre que después cambió el formato y sólo competían los cuatro mejores de la primera vuelta, y que he jugado mucho tiempo fuera... La última en la que había estado fue en la de 2009 en Salamanca, y como espectadora. Entonces jugaba en el Estudiantes.
La entrevistada choca las manos con su banquillo durante los cuartos de final de la Copa de la Reina de Zaragoza. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—Transmites mucha seguridad en la pista y parece que borres rápido de tu cabeza cualquier error. Con los años y la experiencia, he aprendido a gestionar mejor los errores y detectar mejor las necesidades del equipo en cada momento. En los instantes en los que te juegas mucho tienes que tener las ideas muy claras.
—Sin ser una jugadora que tire mucho, te encanta asumir la responsabilidad en los momentos calientes. No rehúyo esos tiros. Si los tengo que hacer, no te diré que no. Jugar el 3x3 me ha dado más seguridad para tiros o decisiones en momentos importantes. Me ha ayudado a mostrar cómo soy como jugadora y ha multiplicado mi confianza.
—¿Cómo maduraste la decisión de fichar por el Gernika? Tenía dos opciones en la cabeza: continuar en el Villeneuve d'Ascq o volver a España. Era un buen momento para regresar. Vi que el Gernika estaba muy interesado en que formase parte de su proyecto y en mi decisión final fue clave hablar varias veces con Anna Montañana, que ahora es la primera entrenadora y está demostrando su talento.
—¿Tuviste más ofertas de la Liga Femenina? Sí, algunas más.
—¿Cuántas más?Dos o tres más. Hasta aquí puedo contar... El Gernika es un equipo muy competitivo y yo quería continuar jugando a un nivel alto. Mi decisión fue la acertada.
—Compartes vestuario con otra gran base, Itziar Ariztimuño, que ya asume más tiros. Le faltaba ese atrevimiento. Su crecimiento esta temporada es notable. Quien conoce a Itzi [sonríe] sabe que fuera de la pista es muy, muy, muy, muy buena persona. En la pista podía hacer más cosas, además de las que ya bordaba, como defender o asistir, y este curso está madurando mucho por Anna Montañana y porque tuvo que dar un paso adelante cuando yo estaba lesionada. Creo que estos meses Itzi ha crecido más que nunca. Le tengo un cariño especial: es una jugadora joven que puede evolucionar mucho, le pone mucho trabajo y empeño. Estoy intentando inculcarle cosillas... [Se ríe].
Sandra Ygueravide después de la entrevista con Cronómetro de Récords. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—¿Cómo ayudabas al equipo mientras te recuperabas de la operación por la fractura en el primer dedo de la mano derecha? Para mí fue complicado porque, por suerte, hasta ahora nunca me habían operado ni había estado varias semanas de baja. Como era una mano y no el pie, pude hacer muchas cosas. Coincidió con el parón de selecciones y pude ir a casa unos días y desconectar. Aunque gran parte de la recuperación la hice en Madrid, fui a los partidos de casa y estaba en comunicación constante con el equipo para sumar en cuanto pudiese.
—Sin ti Itziar Ariztimuño y compañía tuvieron que dar un paso adelante. Al principio de temporada quizás fui la pieza en la que se apoyaba el grupo y cuando me lesioné, por un momento, pareció que se acababa el mundo. Todas se multiplicaron y ganamos muchísimos partidos, incluso al Perfumerías Avenida en Maloste. Se demostró que todo el mundo es importante, pero nadie, imprescindible. —La temporada del Gernika está repleta de imprevistos...Hemos tenido problemas desde el principio: lesiones, cambios de jugadoras... Me siento orgullosa de cómo nos hemos sabido sobreponer a todos los obstáculos y por eso todavía se me pone más la piel de gallina cuando alguien me dice que le encanta vernos jugar y el carácter y la fuerza que transmitimos en pista. El cuerpo técnico y las jugadoras somos una. —¿Sois un equipo flexible? Muy flexible, y eso lo que nos ha permitido salir adelante. Somos muy diferentes y, a la vez, hemos encajado muy bien en un grupo que es capaz de adaptarse a las nuevas situaciones sin que nadie deje de ser cómo es.
—¿Te consideras una líder? Sí.
—Una líder es un ejemplo para el resto. ¿En qué eres un ejemplo?Soy muy trabajadora, constante y me dejo el alma y la piel en lo que hago. Nadie me ha regalado nada.
—¿En qué os parecéis Vega Gimeno, Marta Canella y Aitana Cuevas, tus compañeras en la selección española de 3x3, y tú? Somos personas y jugadoras muy distintas que coincidimos en la forma de competir por un objetivo en común. Las tres se han convertido en personas fundamentales en mi vida: también son inagotables y muy luchadoras, y se merecen todo lo bueno que reciban.
—¿Jugar tantos años fuera te hizo descubrir muchas cosas sobre ti y disfrutar de la soledad y de tu espacio? En mi caso he tenido mucha suerte porque mi pareja quiso acompañarme y ha podido compaginar su trabajo. En una temporada hay muchos altibajos y te pueden afectar más porque estás fuera de casa. Te pierdes tantas cosas... Él ha sido un apoyo constante y me ha regalado energía extra y oxígeno. —¿Cuando acabes tu carrera deportiva volverás al periodismo? A veces pienso que sí y otras que no... Supongo que tomaría el camino del periodismo deportivo. Cuando estudiaba la carrera, tenía claro que no quería salir en la tele porque era bastante tímida. Con los años y después de tantas entrevistas, me he acostumbrado al medio y no me importaría nada trabajar en la tele.
—¿Qué es para ti el baloncesto?Una pasión y una forma de vida. He pasado más tiempo jugando a baloncesto que en casa con mis padres, y creo que siempre estaré vinculada a este deporte. El 3x3 en verano me permite desconectar del 5x5 y disfrutar de mi deporte de otra manera.
—De pequeña probaste muchos deportes. Mis padres me dieron total libertad para escoger el que más me gustase, y pasé por el judo, el kárate, la gimnasia rítmica... Hasta que con 8 o 9 años descubrí el baloncesto, también en el Colegio Sagrado Corazón-Godella. A mis compañeras de clase también les gustó mucho. Nos lo pasamos muy bien. Allí estuve hasta cadete, cuando entré en las categorías inferiores del Ros Casares. —¿Qué recuerdas de tus experiencias en el primer equipo? Cuando era júnior me entrenaba con las mayores y en mi primer año como júnior compartí vestuario con Elisa Aguilar, Amaya Valdemoro, Marta Fernández o Ingrid Pons, y nos dirigía Esteban Albert. Era un aprendizaje constante. El curso siguiente me fui al Club Bàsquet Joventut Mariana, el Sóller, y a mitad de temporada me volvió a llamar el Ros y pude jugar la Copa de la Reina en Palma de Mallorca. Con Mingo Díaz el equipo también ganó la Supercopa y la Liga. Cuando acabó el curso me marché al Perfumerías Avenida.
—¿Cedida?No, acababa contrato, y la opción que me cuadró fue irme a Salamanca.
—¿Hubo alguna posibilidad de quedarte en el Ros Casares?No lo recuerdo mucho. No sé si por parte del club sí, pero yo era joven y quería jugar y en València era muy complicado.
—¿Cómo fue tu adaptación al Perfumerías Avenida? Al principio me costó un poco amoldarme a estar fuera de casa y en otro equipo. Fui de menos a más y disputé varios minutos a la vez en pista con Nuria Martínez, que era una base impresionante.
—Nuria Martínez fue la MVP de la Copa de València de esa temporada, el primer gran título del Perfumerías Avenida. Supongo que será uno de tus trofeos más especiales. Sin duda. Fue una Copa increíble: estaba en casa, eliminamos en semifinales y por un punto (64-63) a un gran Ros Casares, y superamos al Basket Zaragoza [Mann Filter Zaragoza] en una final muy complicada y con una prórroga de por medio. Esa Copa fue un punto de inflexión para el Perfumerías Avenida, nuestro rival ahora en semifinales. La Copa es especial y queremos que lo sea todavía más para nosotras.