A los peques les apasionan los sándwiches o (nuestra versión de siempre) los bocadillos. Antes de pasar por su boca al aparato digestivo ya han entrado por sus ojos. Por ese motivo, para que resulten saludables, y mucho, y además sugerentes, hay truco: incluir en ellos alimentos o, mejor aún, los conocidos como superalimentos, que quizás en otro tipo de preparación culinaria rechazan o no les atraen. No hace falta camuflar esos productos alimentarios con tantos valores para su salud; de lo que se trata es de acompañarlos de otros ingredientes que les gusten. Y también, claro, de servirlos de manera atractiva. Os dejamos las recetas de algunos que contienen esos superalimentos que no tienen por qué ser los que llegan de Oriente (la mayoría en semillas o en polvo), ya que en nuestra tierra contamos con muchos de ellos, y desde hace siglos.
Los mejores panes y cía
Hay que empezar por el pan a elegir y no hay que infravalorar el pan blanco de barra o molde cuando lo adquirimos en panaderías que tienen horno y ofrecen garantías (otra cosa es referirnos a él en una dieta). Si vamos a preparar un sándwich, el pan de molde más recomendado (la OCU lo propone) es el que tiene alto contenido en fibra y no está elaborado con harina refinada. El pan integral con multicereales y con grasas que deriven del aceite de oliva también es muy indicado. Si el pan se tuesta sacia y, ya por el hecho de tener que masticarlo más, satisface el apetito; así un solo sándwich -con buenos ingredientes- podrá convertirse en una deliciosa cena. Vamos con las atractivas sugerencias.
De queso Edam, huevo y manzana
El primer paso para elaborar este apetitoso sándwich es cocer huevos durante unos 10-15 minutos y luego dejarlos enfriar en agua. Después de quitarles la cáscara y cortarlos en rodajas, reservadlos. Lavad también unas manzanas (aquí está el superalimento). Las más indicadas para esta preparación son la Royal Gala, muy sabrosa y baja en calorías, o la Reineta, de sabor agridulce. Secadlas y cortadlas también en rodajas. Reservadlas en un plato tapado con papel absorbente de cocina. Repetid la misma operación de loncheado con queso Edam de bola (de pasta cocida de leche de vaca).
Con los ingredientes ya preparados, hay que tostar el pan. Proponemos hacerlo en una sartén (tipo 'carmela' o una para grill rayada) con un chorrito de aceite de oliva, ya que tras tostar una de las caras del pan, al darle la vuelta podéis poner una loncha de queso para que se vaya fundiendo. Una vez pasado el pan al plato, alternad, sobre el queso algo fundido, las rodajas de huevo cocido, alguna de queso y las de manzana (el orden de los ingredientes y la calidad no alteran el producto). Una sugerencia: metedlo en el horno unos 2 o 3 minutos. Servid y no esperéis a que se quede frío.
De aguacate, bonito y tomate
La prioridad para este sándwich es elegir una conserva de bonito en escabeche de buena calidad o, mejor, adquirirlo al peso en una tienda de encurtidos. Escurrid bien el líquido del bonito y troceadlo menudo en un bol. Quitad la piel a unos aguacates, abridlos y sacad el hueso. Troceadlos en el bol del bonito y poned en él dos cucharaditas da aceite de oliva virgen. Mezclad y aplastad con tenedor los dos ingredientes. También se pueden triturar en el vaso de la batidora. Sobre el pan, tostado o no (en este caso es indicado optar por uno de multicereales), extended la mezcla. Poned sobre ella una capa de rodajas muy finas de tomate -de la variedad azul o de Raf- o un poco de tomate frito en conserva de buena calidad. Cubrid con otra capa de bonito y aguacate. ¡Y a la mesa!
De pavo, queso crema y arándanos
Esta receta cuenta con muchos valores y a los chicos les gustará (tanto como a vosotros). Comprad jamón de pavo en lonchas, queso crema natural (os recomendamos la marca Quescrem, de venta en algunos supermercados y también en amazon.es) y unos arándanos. Este fruto cuenta con propiedades para el corazón y el cerebro y frena el colesterol. Por último, comprad también lechuga lollo rosso (podéis utilizar otra que tengáis en casa).
Tostad el pan de molde y untadlo con el queso crema. Triturad los arándanos (mejor con la batidora); así no se saldrán del sándwich. Poned una capa fina de esa mezcla en ambas rebanadas, sobre el queso. Encima de ellas, poned dos lonchas de pavo y la lechuga -mejor, cortada muy fina-. Esta preparación acepta muy bien el guacamole (a gusto de los peques).
De ahumados con un plus
Para la elaboración de este sándwich es una buena idea elegir pan de hogaza, cortarlo en rodajas y tostarlo. Las rebanadas las podéis untar con mahonesa casera (mejor). Luego añadid dos lonchas de salmón ahumado por bocadillo. El ingrediente siguiente son anchoas de lata. Para evitar el exceso de sal hay un truco. Se extraen de la lata y se sacuden un poco para quitar la primera capa de sal. Luego se pasan una vez por el agua fría del grifo y se dejan secar sobre papel absorbente de cocina. Una vez secas, se ponen encima del salmón y, sobre ellas, se añaden unas rodajitas de aceitunas deshuesadas o de pepinillos en vinagre (según los gustos de los pequeños comensales). También se puede incorporar unas hojitas de canónigos o de lechuga. ¡Y listo!
Os van a encantar a todos, ya sean en pan de molde o en pan normal (nuestros tradicionales bocadillos)... ¡Ñam, ñam!