Sendero Vía Augusta de Sant Mateu
Cuando los romanos cruzaban Sant Mateu por su Vía Augusta en sus idas y venidas comerciales, nunca llegaron a pensar que, siglos después, se transformara en un recorrido pintoresco por donde cátaros, judíos y musulmanes dejaron sus huellas a lo largo de la transitada calzada romana y entre las estrechas calles que forman el centro histórico.
Horno Medieval del 1386
Para meternos en el bullicio de tiempos medievales, al llegar a Sant Mateu buscamos la Oficina de Turismo y en su interior, parece que nos espera un recio panadero que nos invita a entrar y recibir la calurosa bienvenida en uno de los hornos medievales más antiguos de Europa mientras nos muestra la gran variedad de panes recién hechos.No es de extrañar que nos podamos imaginar la vida en aquella villa al acercarnos a las prisiones que datan del siglo XV y que dos siglos antes fueron el primer ayuntamiento. Allí se conservan dos antiguas mazmorras donde eran encarcelados aquellos que trataban de burlar las leyes de la época y donde se mantiene todavía la antigua casa del carcelero.
Cuenta la tradición que a principios del siglo XV durante la visita de San Vicente Ferrer a Sant Mateu, fue encarcelado un ermitaño que resultó ser el demonio, ya que consiguió desaparecer del interior de una de las celdas a pesar de los grilletes y cerrojos. Al pasear por sus calles buscando seguir la Vía Augusta, de repente, tropiezas con una muralla majestuosa que expresa su poderío a través de sus inmensas piedras que desde 1237 exclaman su grito de defensa tras la retaguardia del foso que la precede.Muralla de Sant Mateu
No puedo, ni debo contártelo todo. No puedo hablarte de sus ermitas ni de porqué fuera declarado Bien de Interés Cultural su Iglesia Arciprestal.Te invito a que lo descubras por tí solo y disfrutes, nuevamente, siendo protagonista de la historia.
Pero te daré una fecha para que vuelvas a repetir: 12,13 y 14 de julio. ¿Quieres saber más?