La parroquia de Santa Catalina acaba de abrir al público la musealización de un total de 78 nichos donde hace siglos fueron enterrados solaneros de su época, principalmente clérigos del cabildo y ciudadanos de alta posición social. La ambiciosa actuación arqueológica se ha llevado a cabo en la zona del antiguo coro parroquial, y también prevé recuperar la capilla bautismal.
Las excavaciones han dejado al descubierto las fosas de enterramiento, extrayendo los restos y cubriendo los nichos con cristaleras para que el visitante pueda contemplarlas a ras de suelo. El osario se ha trasladado unos metros más allá, bajo la nueva hornacina aparecida en las catas, y donde ha sido ubicada la imagen de Jesús Resucitado.
En la inauguración, el Cronista Oficial de la Villa, Paulino Sánchez, recordó la advocación de Santa Catalina y habló de documentos que hablan de un primer templo en el siglo XV, de estilo mudéjar, que fue creciendo con el paso del tiempo hasta construir un nuevo templo, ya de estilo gótico de transición, cuyas características resumió antes de explicar los detalles de estos enterramientos “orientados en sentido este-oeste, en posición cúbito-supino, y donde han aparecido medallas, rosarios, e incluso restos de cimentación de la antigua torre”.
El párroco, Benjamín Rey, elogió esta actuación por que se trata de recuperar y poner en valor un patrimonio muy importante “aquí ganamos todos, la comunidad cristiana y el pueblo en general”. Destacó el apoyo del Ayuntamiento, encabezado por su alcalde, Diego García-Abadillo, en lo que llamó “un estilo de comunicación y colaboración permanente”. El sacerdote admitió que el Ayuntamiento “se ha gastado un dineral”, pero lejos de ser parasitismo –añadió- “lo que ha funcionado ha sido el diálogo fé-cultura”. Y desea que esto no acabe aquí. Por eso habló de “un proyecto antiguo al que se unen la recuperación del chapitel o el retablo”. Recordó el trabajo de su antecesor, Francisco Jiménez, y abogó por que esta “cadena de actuaciones” continúe. Ahora están inmersos en la restauración de la sacristía, la terminación de la capilla bautismal y, en un futuro, será necesario arreglar el tejado. Rey también tuvo palabras de gratitud para todos cuantos han participado en estos trabajos, incluidas las mujeres que “se han dejado las uñas limpiando”.
El alcalde agradeció los elogios hacia el Ayuntamiento, pero cree que era su obligación apoyar este proyecto “estamos recuperando una joya del patrimonio artístico de nuestra región, y hay que seguir invirtiendo en ella”. En su opinión, la comunidad católica es mayoría en La Solana y representa un entramado esencial “en manos de la iglesia está la parte más importante de los pueblos: su patrimonio arquitectónico”. Diego García-Abadillo considera importante aprender cómo vivían, qué hacían y cómo pensaban nuestros antepasados “hemos levantado losas de tiempo donde fueron enterrados los primeros que sintieron la felicitad de sentirse y llamarse solaneros”.