SANTA SOFÍA
Leerás en la mayoría de textos sobre esta joya con el nombre de "Mezquita de Santa Sofía", pero en sus inicios fue una gran iglesia y en la actualidad es un museo por decisión de Mustafa Kemal Atatürk, el fundador de la república laica de Turquía, que la convirtió en el año 1935 tras una importante restauración. El Museo Santa Sofía se encuentra en Sultanahmed, en el corazón del barrio histórico y esta orientado de forma que se enfrenta con la Mezquita Azul, a pocos metros del Topkapi Palace.
Desde la Edad de Oro de Bizancio, esta mezquita que en tiempos de Constantinopla fue un templo católico y después una mezquita durante el Imperio Otomano, es uno de las más extraordinarias construcciones de la historia de la arquitectura. Desde fuera da la impresión de ser una construcción muy robusta excepto los esbeltos minaretes. En el interior sin embargo traslada una enorme sencillez y amplitud con una altura impresionante y una cúpula de más de 30 metros de diámetro. La sala principal tiene más de 70 metros de lado. Subiendo por unas rampas, se puede acceder a la planta donde se encuentran muchos de los primitivos mosaicos de enorme valor histórico que te recordarán las ilustraciones que has visto miles de veces en los libros de estudio.
Pasarás junto a los cuatro emblemas circulares gigantes en las esquinas. Se pueden observar perfectamente y puedes sacar todas las fotografías que quieras. Sin duda quedarás impresionado por su grandiosidad y sus detalles. Hay muchas páginas en internet donde resolver las dudas sobre los datos de construcción y los detalles. Mi sensación fue la de estar en uno de los lugares más importantes de la historia de las civilizaciones, un espacio sobrecogedor, donde emperadores, sacerdotes, reyes y políticos, religiones, creencias y pensamientos han sabido sobrevivir a las confrontaciones y preservar y recuperar para el futuro "Santa Sofía". Nosotros hicimos la visita temprano, pero no tendréis manera de evitar las enormes colas para entrar. El horario es amplio y el precio es de 40 liras y por supuesto llegarás muy bien en transporte público con el tranvía de la línea T1, parada de Sultanahmet. He visto y visitado Santa Sofía durante el día y paseado por los jardines de Sultanahmet durante la noche empapándome de su esplendor, para finalmente reconocer que no ha sido suficiente y algún día tendré que volver para recorrerla más despacio.Sin lugar a dudas es uno de los lugares más especiales que hemos visitado en la ciudad de Estambul durante nuestros 10 días en Turquía.
El “matronium”, abierto al espacio central mediante columnas con capiteles vegetales trabajados en trépano, pilares y arcos de medio punto que se alternan y repiten rítmicamente.
Ábside con un mosaico del siglo IX de la Virgen sosteniendo a Jesús niño
El Mosaico de la Deesis conserva los rostros de Cristo, San Juan Bautista y la Virgen María.
(S. XII) El mperador Komnenos con su mujer y su hijo alrededor de la Virgen con Jesus
Mosaico (S. XI) El emperador Monomakhos y su mujer Zoe al lado de un Pantocrator
En la parte anterior del Ábside. Detalle de la Virgen María con Jesús niño
Vidriera con textos caligráficos en otománo.
Detalle de las columnas de la galería superior.
La enorme cúpula de Santa Sofía. 55 metros de altura y 33 m de diámetro
Jardines de Sultanahmet frente a Santa Sofia. Una fuente de colores refresca la noche.
Tumba del Sultan Ahmet, entre el Museo Santa Sofía y la Mezquita Azul