Revista Cultura y Ocio

Santa Teresa, 80 años como patrona del ajedrez

Por Maria Jose Pérez González @BlogTeresa

Santa Teresa, 80 años como patrona del ajedrezJesús Cabaleiro
Periodistas-ES

Un nuevo aniversario, el 80 desde que fue considerada patrona del ajedrecista en España, a partir de un 14 de octubre de 1944, vuelve a recordar a la figura religiosa de Santa Teresa de Jesús (1515-1582).

Su nombramiento fue de mutuo acuerdo entre la Iglesia y la Federación Española de Ajedrez (FEDA). Todo se debe a su obra ‘Camino de Perfección’, escrita entre 1564 y 1566, en el capítulo 16, párrafos 1 al 4, donde existen bastantes alusiones al juego del ajedrez, para explicar el camino que debe recorrer un alma para llegar a Dios citando el ″juego de la verdad”.

En el citado capítulo 16 afirma: ″Pues creed que quien no sabe concertar las piezas en el juego de ajedrez, que sabrá mal jugar, y si no sabe dar jaque, no sabrá dar mate”.

De su importancia como patrona del ajedrez se puede recordar que da nombre a una de las mayores bibliotecas con libros de ajedrez en Alemania, en concreto, en el Museo de Loberitz.

En algunas localidades vinculadas a la patrona se celebra un torneo de ajedrez, siendo el más antiguo el que tiene lugar durante la festividad local en su ciudad natal, Ávila, que lleva treinta ediciones, ostentando el nombre de Santa Teresa y que este año será el sábado 26 de octubre.

Del mismo modo, en Alba de Tormes, donde se encuentran sus restos, durante las fiestas locales se celebrará el IX Torneo de ajedrez el sábado 19 de octubre. En Medina del Campo se celebrará su tercer torneo en la misma fecha del 19 de octubre.

Antes de Santa Teresa ya el rey Alfonso X El Sabio (1221-1284) consideraba los juegos como una “manera de alegría” querida por Dios para aliviar los sufrimientos de la vida humana. ¿Es mejor guiarse por la inteligencia (libertad) o hacerlo por el azar (la suerte)? El ajedrez, sostuvo, fue creado por un sabio que creía en lo primero.

El libro del ajedrez, juegos y dados (en su transcripción original, Juegos diversos de Axedrez, dados, y tablas con sus explicaciones, ordenados por mandado del Rey don Alfonso el sabio) encargado por el rey se puede contemplar en el monasterio de El Escorial.

Actualmente hay una red de ciudades teresianas, un total de catorce, vinculadas o relacionadas con la vida de la Santa. Durante el mes de octubre, coincidiendo con su santoral, el 15 de octubre, se desarrolla la segunda edición del proyecto cultural ‘Vive las Huellas de Teresa’ llevando a estas ciudades una serie de actividades en torno a la figura de Santa Teresa de Jesús.

También se acaba de conocer la iniciativa mediante la cual Ministerio de Transportes se ha comprometido a estudiar el nombre de Santa Teresa de Jesús, Teresa de Ávila o Teresa de Jesús a la estación de ferrocarril de Ávila.

Opositores cristianos al ajedrez

Pero no hay que olvidar a los opositores al ajedrez dentro del mundo católico algunos incluso no muy lejanos. En 1061, el cardenal benedictino y obispo de Ostia, Pedro Damián (1007-1072) pasaba por Florencia en compañía de un monje que, en lugar de acostarse temprano, había jugado a ajedrez toda la noche y no se había despertado a la mañana siguiente para decir misa.

Después de castigar a su colega (sanción en dinero, tres rosarios y doce lavados de pies de mendigos), Damián, también recordado por el escritor Dante Alighieri (1265-1321) en la Divina Comedia, quien luego será santificado, escribió una violenta carta al Papa Alejandro II (fallecido en 1073) en la que le pidió y obtuvo una condena del juego (al que acusó, entre otras cosas, de «deshonesto, absurdo y libidinoso»).

Dante en El Paraíso, para dar una idea del número de ángeles presentes, hace una referencia al ajedrez y en particular a la famosa leyenda de Sissa: «A este incendio cada chispa lo imitaba; que eran tantas, que más millares cifraban que los escaques cuando se duplican». Paraíso, Canto 28.

Posteriormente hubo concilios en los que se reiteró a la Iglesia la prohibición de jugar al ajedrez. Después del Concilio de París en 1210-12, el cuarto concilio del Letrán en 1215 se pronunció contrario a todo tipo de juegos en general, no estaba claro si esta prohibición eclesiástica también afectaba al ajedrez. Ese mismo año, el ayuntamiento de Roma prohibió a los sacerdotes jugar al ajedrez.

Los posteriores sínodos de Trieste en 1227 y 1310, Worcester 1240, el consejo de Tréveris 1310, y los sínodos de Mainz en 1316 y Würzburg en 1329 mantuvieron la prohibición clerical.

Pero a pesar del edicto de la Iglesia, el ajedrez siguió extendiéndose entre los nobles de las cortes de toda Europa, e incluso entre los nobles y algunos ciudadanos comunes, con la aparición también de los primeros libros sobre el tema, unas rarezas que sólo tenían unos pocos ricos.

Otros acérrimos críticos fueron San Bernardino de Siena (1380-1444) y especialmente el conocido fraile Jerónimo Savonarola (1452-1498) que relanzaron el ostracismo hacia el juego. Consideraron el ajedrez ″inútil” y ″vanidad que distanciaba de Dios”.

Se convirtieron en promotores de las llamadas ‘hogueras de la vanidad’ en plazas de Perugia, Florencia y Siena, con quema de tableros de ajedrez y piezas entre 1496 y 1497. Miles de tableros de ajedrez hechos a mano fueron quemados como ″instrumentos de Satanás”, para evitar que se jugara.

«Cosas innecesarias que nos distancian de Dios», según Savonarola, porque suponía mucho tiempo que quitaba de sus obligaciones religiosas (el conocido ora et labora). En realidad, la razón sería otra: el ajedrez nos enseña a razonar lógicamente y con propio criterio, esto es peligroso para la autoridad (no sólo religiosa) que, ciertamente, quiere súbditos fieles.

La Iglesia fue capaz no sólo de prohibir el ajedrez, sino acusarlo de ser una ″cosa vana” inculcando incluso un sentido de culpa que duró siglos entre los que jugaban al ajedrez. Y efectivamente, aunque parezca cosa del pasado todavía recientemente hay destacados clérigos que se siguen oponiendo al más que milenario juego.

Así, el párroco y escritor italiano Lorenzo Milani (1923-1967), en una carta en 1961 señala: «Y nunca juegues al ajedrez. Porque no hay un juego más profundamente inmoral donde requiere concentración intelectual, mientras que en un juego (….) debes al menos estar relajado”.

Como herencia dejó el Movimiento de Educadores Milanianos, por lo que sería deseable que sus educadores no sigan la opinión de su fundador.

En todo caso, afortunadamente hay numerosas opiniones contrarias en el clero, un grupo de religiosos y seglares le preguntó al cardenal, arzobispo de Milán, Carlos Borromeo (1538-1584): ″Eminencia, si le dijeran que va a morir, ¿qué haría?” Respondió: «Terminaría esta partida de ajedrez, la empecé para la Gloria de Dios y debería terminarla con la misma intención».

Y es que como señaló el profesor de Filosofía en la Universidad Pontificia Lateranense de Roma, Gennaro Cichesse: “Este juego es tan complicado, tan lleno de variaciones, de riqueza, que es infinito. En realidad, es una representación también de Dios”.

En todo caso hay que citar al recién nombrado Obispo de Ayaviri, en Perú, el franciscano Benigno Condori Chuchi, quien reflexionó sobre su nuevo cargo: ″somos como las fichas (sic) de ajedrez, estamos aquí, estamos allá, donde el Señor nos proponga”.

Entrevista a Jesús Cabaleiro en la Cadena SER-Ávila


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