Dijeron que en el término de esta villa no hay tierras de regadío, sí de secano, prados segaderos, viñas y tierras yermas por su naturaleza, un monte propio de S. M., que sólo sirve para las fábricas y trincheras, sin que los vecinos se aprovechen de cosa alguna, y se halla sita en el sitio que llaman del Monte de la Cerda, que ocupará su terreno cuatrocientos y ochenta carros de tierra, hasta Catalina de San Jerónimo de Monte Corbán, poblado de encinas, que acupara su terreno cuatrocientos y ochenta carros de tierra, y se halla en el sitio que llaman de la Isla, y por sacar de él anualmente dicho Monasterio para su consumo ochenta carros, consideran se utiliza en cuatrocientos reales a razón de cinco reales carro; otro monte propio de don Francisco Javier Ibáñez Camus, en el sitio del barro de Cajo, que se compone de ciento cincuenta carros de tierra, y la leña que produce es de encinas y castaños, y que las encinas no producen cosa alguna ni se cortan, por ser nuevas; que hay también algunos huertos en secano que producen verdura para sus dueños, y que las tierras sólo dan un fruto todos los años.