Cada año, las Fiestas del Apóstol de Santiago de Compostela se convierten en un imán para la llegada de visitantes y turistas a la capital gallega. Este 2015, sin embargo, la cosa pinta mucho peor.
En la concurrida Plaza de la Quintana que en los últimos veranos acogió a artistas como Loquillo, Tom Jones, Los Planetas o Crystal Fighters, se anuncian ahora espectáculos de menor fuste como el de Kiril Djaikovski, de Macedonia, Sobre Desamor y Otras Mariconadas, Fado Violado, Fetén Fetén, Linda Martini, Kumpania Algazarra, Comando Katana, Ataque escampe…
El único nombre célebre que pasará por Santiago es el de Mark Knopfler. No obstante, la visita de quien fuese el líder de los Dire Straits ya había sido anunciada en octubre de 2014. De hecho, su paso por Santiago se enmarca en el contexto de su gira por España y no dentro de los espectáculos negociados por el nuevo equipo de gobierno.
Otro comodín en el que podría haberse apoyado el Ayuntamiento eran los Fuegos del Apóstol, un espectáculo pirotécnico que se celebra cada verano en la Plaza del Obradoiro, frente a la Catedral. Este año, el espectáculo ha sido criticado duramente por quienes esperaron durante horas para verlo en distintos puntos de la ciudad. Frente a la tónica habitual, orientada a una gran exhibición que se podía ver a kilómetros de distancia, la apuesta en 2015 se centró en proyecciones e imágenes que solamente pudieron ver los que estaban en el punto central del peregrinaje a Compostela.
Pero el presupuesto de los festejos siguió siendo el mismo de otros años, unos cuatrocientos mil euros, tras la gestión que llevó a cabo en la ciudad gallega la marca blanca de Podemos, actualmente en el poder.
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