No es necesario ser creyente para entender el fuerte valor espiritual de Santiago. Desde la Edad Media los peregrinos de todo el mundo se embarcan en este viaje, físico y ascético, cuyo objetivo es la ciudad de Santiago de Compostela, donde, según la leyenda, descansan los restos del Apóstol Santiago. Para los peregrinos que hagan el camino francés, los franceses hacen una parada en el Tour St. Jacques en París y desde allí, en los Pirineos, a través del paso de Roncesvalles o Somport, para llegar a territorio español.
Encontrar buenos hoteles en Santiago de Compostela, la capital de Galicia, situada a más de 250 metros sobre el nivel del mar no tiene mayor dificultad. La ciudad tuvo su desarrollo comercial y turístico a partir del siglo IX, cuando se convirtió en obispado después de un incremento de la vida religiosa de la región en el monasterio construido en torno a la tumba del Apóstol Santiago.
El casco antiguo de Santiago de Compostela está considerado según la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, y aún conserva su aspecto medieval. A la llegada a destino los peregrinos hacen su entrada en la Catedral de Santiago, símbolo de la ciudad y de la fe católica. La iglesia, de estilo románico, gótico y barroco, está en perfecta armonía con el resto de la plaza y los edificios de enfrente. Entre las obras de mérito, está el llamado pórtico de la Gloria. Se trata de un pórtico con tres arcos decorados en la parte central, un tímpano esculpido finamente, y del que parte una columna en la cual se representa a Santiago. Una obra única en el mundo de la que se puede ver en una reproducción en el Museo Victoria y Alberto de Londres.
Frente al paseo de la catedral en la Praza do Obradoiro se encuentran el Colegio Fonseca, el Colegio de San Jerónimo, el Pazo Raxoi y el Antiguo Hospital Real.
Santiago de Compostela, a lo largo de los siglos, ha adquirido la reputación de una ciudad universitaria. La Universidad de Santiago es la más prestigioso de la comunidad autónoma, lo que ha significado que en 2000 la ciudad fue galardonada con el título de Capital Europea de la Cultura.
Para los que no se atrevan a hacer un viaje tan agotador, pero sin duda único en el mundo, Santiago de Compostela tiene un aeropuerto en donde aterrizan todo tipo de compañías aéreas, incluso las llamadas low cost. Un pequeño atajo para vivir, aunque sólo sea por unos días, el ambiente único de la ciudad que no tiene igual en el mundo.