Auténtica maravilla de exposición en el contenido (documentos originales, primeras biografías, de santos, beatos y siervos de Dios) como en la forma (muy didáctica). Estará hasta el 1 de agosto. De lunes a viernes de 9 a.m. a 8 p.m. y sábados de 9 a.m. a 13. En la foto, vitrina dedicada a las publicaciones y murales sobre Santo Toribio Mogrovejo.
Les comparto la nota del diario EXPRESO y algunas fotos que tomé.
http://www.expreso.com.pe/noticia/2012/05/18/santidad-en-la-lima-virreinal
Antiguamente el 10% de la población vestía el hábito religioso.
Con gran éxito se llevó a cabo en las instalaciones de la Biblioteca Nacional del Perú, sede San Borja, el Simposio Internacional “La santidad en la Lima virreinal”, que contó con la participación de ponentes internacionales quienes disertaron sobre la vida y milagros de santos peruanos como Martín de Porres, Pedro de Urraca Rosa de Lima.
Durante dos días el público asistente pudo conocer aspectos poco atendidos de la vida de estos santos, señalándose que a menos de cien años de su existencia, en 1630 la población de Lima tenía alrededor de 40,000 habitantes y a decir del franciscano criollo fray Buenaventura de Salinas y Córdova, la ciudad tenía “unas 40 iglesias y capillas” que anualmente “ofrecían al cielo 300,000” misas, y entre dominicos, franciscanos, agustinos, mercedarios, jesuitas, clérigos y monjas enclaustradas, más del 10% de la población vestía el hábito religioso.
Hacia 1683 el sevillano Antonio de Montalvo –biógrafo de santo Toribio de Mogrovejo–, aseguraba que la gran Ciudad de los Reyes –capital del virreinato más grande y opulento del Nuevo Mundo– era la viva imagen de la Jerusalén Celestial descrita en el Apocalipsis “y bien puede presumirse piadosamente que la diseñó Dios para que la fundasen los españoles por cabeza de las nuevas tierras, y nuevos cielos, que se descubrieron y conquistaron”.
Ya para estas fechas habían beatificado a Santa Rosa de Lima (1668), a San Francisco Solano (1675) y al propio Santo Toribio de Mogrovejo (1679) y en la Santa Congregación de los Ritos en Roma se ventilaban “tantas causas de siervos de Dios de Lima, y del Perú, que sólo de sus nombres se podía formar una letanía limana”.
Otras canonizaciones llegarían mucho después como la de San Juan Macías (1585-1645), beatificado en 1837 y canonizado en 1975, o la del célebre lego mulato fray Martín de Porres (1579-1639), beatificado en 1837 y canonizado hace tan solo cincuenta años, el 6 de mayo de 1962.
Relevancia de la ciudad capital
Para el director de la Biblioteca Nacional del Perú, organizador de este magno evento, doctor Ramón Mujica Pinilla, Lima no sólo tenía una importancia geográfica, por ser sede del virreinato, sino también espiritual. “No es accidental que haya sido Lima la ciudad donde convivieron cinco santos (San Toribio de Mogrovejo, San Francisco Solano, Santa Rosa de Lima, fray Martín de Porres, San Juan Masías), sin mencionar al pelotón de beatos y beatas, visionarios, místicos, etc.”, continúo Mujica.
En el virreinato podría considerarse que Lima era una ciudad monasterio, donde más del 10% de la población usaba hábito y la gente era muy creyente. “todo estaba orientado hacia el mundo sobrenatural”, refiere.
Santidad ennuestros tiempos
“Yo no sé si la santidad hoy en día sea un tema de preocupación, quizás los santos toman otras formas. En el virreinato, la sociedad era profundamente creyente y católica con una cosmología donde existía un cielo, un infierno, un purgatorio, donde actuar mal era pecado, yo no sé si hoy muchas cosas de estas están vigentes. Por ejemplo la propia Iglesia Católica ha relativizado muchos conceptos. El Vaticano ahora sostiene que ya no hay purgatorio porque era una cuestión ideológica del siglo XIII”, reflexionó Mujica.
Igualmente, el director de la Biblioteca Nacional invitó a que los estudiosos inicien investigaciones sobre los santos en Lima. “Se están empezando a trabajar muchas investigaciones, lamentablemente son pocos los que investigan sobre santidad, Aún queda mucho por investigar”, sentenció.