Doy cuenta de un cuadro existente en Roma sobre Santo Toribio y que visité la noche lluviosa del viernes 23 de abril. Llegué en un momento en que estaban preparando el templo para una boda de los fieles de las Comunidades del Camino Neocatecumenal que en la actualidad regentan la Iglesia.
Nos sirve para celebrar la filial y estrecha relación del Santo con el Papado y con Roma. Aunque Toribio nunca llegó personalmente a la Ciudad Eterna se hará presente a través de sus informes, cartas, y posteriormente con motivo de su beatificación y canonización.
En Roma existe una capilla marmórea desde 1680 que sirvió para acoger la nueva imagen del nuevo beato y que fue promovida con el excedente económico por Juan Francisco de Valladolid, canónigo limeño, postulador de la causa, quien se dedicó en cuerpo y alma al proceso, al punto de morir en Roma, sin poder volver a su querido "reino del Perú".
La capilla está ubicada en la Basílica de Santa Anastasia en los arrabales de Roma, al pie del monte Palatino, palacio de los césares en el campo Vaccino, que data del siglo IV. Según una leyenda, habría sido construida por Apolonia, matrona romana, en su jardín, en honor de Santa Anastasia, que reposa bajo el altar y que fue muy venerada en la urbe romana desde los siglos VII al IX.
La capilla dedicada al santo es la primera de la izquierda del altar mayor, o si se prefiere, al fondo, a la derecha del crucero. La basílica fue restaurada varias veces, entre otros por Inocencio III en 1210 y por Urbano VIII, en 1745, quien mandó construir la fachada. El Cardenal portugués Nuño da Cunha, titular de la iglesia, modificó todo el interior en 1722 para dejarla en su estado actual. A los cambios han sobrevivido las 20 bellas columnas, ocho de mármol pavonazzo acanalado y dos del rao mármol “porta santa”. El gran cuadro del pintor romano Francesco Trevisani (1656-1746) representa al Arzobispo en el acto de rezar el Oficio divino con un coro de dos ángeles y dos querubines. Con la imagen se colocó un relicario de plata en el que se custodiaron parte de las costillas del Santo y una partícula del dedo de Santa Rosa de Lima. Al fallecer Juan Francisco de Valladolid se hizo cargo de la capellanía don Alonso de los Ríos y Berris. Por iniciativa del Cabildo Metropolitano de Lima se creó una fundación con el dinero sobrante y que se dedicó a una capellanía de misas con motivo de la fiesta anual del Santo. El 30 de diciembre de 1726, tras la canonización del santo, la consagró a él el Papa Benedicto XIII.
En la misma bóveda sepulcral del retablo de la capilla hay una losa circular de mármol blanco con la inscripción "Nationis Limanae" que daba derecho de sepultura a cuantos peruanos morían en Roma. Allí reposan el Dr. Don Francisco de Valladolid y don Sancho de Paz. Este último fue quien afrontó los gastos para la erección de la capilla dotándola de rentas para que se celebrasen en ella 70 misas cada año y se repartiese una medalla de plata con la efigie del Santo a todos los que comulgasen en su altar el primer domingo de mayo, que en ese momento era el día de la fiesta del santo. Así sucedía en tiempos de Bartolomé Herrera, ministro de Echenique en 1857[1].
En tiempos del Dr. D. Luis Mesones, Ministro en Roma, envió al gobierno peruano una cantidad de dinero para se atendiese a la refacción de dicha capilla para salvarla de la ruina. Posteriormente, en 1870, el prelado José Francisco Moreyra financió la restauración del altar; a su muerte fue enterrado allá también.
En la actualidad –abril 2010- la iglesia está adjudicada a una comunidad del Camino Neocatecumenal.
Con motivo de los 50 años del CELAM los obispos celebraron allí una misa y reprodujeron la imagen en las hojas preparadas para la celebración.
Algunos de estos datos se contienen en la obra de la Embajada del Perú ante la Santa Sede La guía del peregrino peruano en Roma” Roma, 2004. p.6 “El altar de Santo Toribio de Mogrovejo”
[1]En una carta que escribe B. Herrera desde Jauja, 13 de octubre de 1857, lo pone de manifiesto. Ver Archivo Arzobispal de Lima, Correspondencia. De igual modo en el libro de García Yrigoyen.