A tres kilómetros de la ciudad de Novelda, sobre un pequeño cerro,
se encuentran el santuario de St. M. Magdalena y el Castillo de la Mola.
El edificio religioso data de la primera mitad del siglo XX. Fue diseñado por el ingeniero noveldense José Sala Sala, quién dotó al templo un estilo claramente modernista, ya que el residía en Tarrasa y estaba en contacto con el modernismo catalán. Esta obra pudo ser llevada a cabo gracias al auge socioeconómico que experimentaba la ciudad basado en la comercialización de las especias y a la producción de mármol y piedra natural.
Del exterior destacan las dos torres laterales de 25m de altura que nos recuerdan vagamente a las de la Sagrada Familia de Barcelona. También llama la atención la vistosa decoración, basada en una combinación de piedras del río Vinalopó, azulejos policromados, ladrillos, etc. El interior, bastante más sencillo, está compuesto por una única nave de la que destaca, en el altar, el camarín de Sta. M. Magdalena, patrona de Novelda y el singular órgano de mármol del artista Iván Larrea. Aún está en construcción, pero dadas sus características será único en mundo.
El santuario ha sido incluido dentro de la Ruta Modernista Europea.
A escasos metros de la iglesia se encuentra el Castillo de la Mola. Es desde 1931 Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional y forma parte del conjunto de torres y castillos que durante la Edad Media fueron un importante sistema de defensa del territorio andalusí frente a los reinos cristianos del reino de Castilla la corona de Aragón. Data del siglo XII y es de origen almohade.
La singularidad de este castillo reside en su torre triangular, construida posteriormente, en el siglo XIV. Dicha torre es conocida como la de los Tres Picos, y es única en toda Europa.
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- De lunes a domingos de 10 a 14h y de 16 a 19h INVIERNO- De lunes a domingos de 10 a 14h y de 17 a 20h VERANO
Cuando lleguéis no tendréis problemas para aparcar ya que hay un gran parking, a las faldas del castillo, que no se suele llenar. Desde allí solo tendréis que caminar unos pocos metros hasta llegar a la entrada del castillo y del santuario. El camino está adaptado para carritos y sillas de ruedas. Tanto la visita al monasterio como al castillo os llevarán unos 30 - 45'. Es totalmente gratuito, por lo que merece la pena. Junto a los dos monumentos hay un restaurante, La Mola con bastante buena fama (yo no he ido nunca). Por lo que, si os apetece, podéis comer mientras disfrutáis de unas increíbles vistas del valle del Vinalopó. También hay un pequeño merendero junto al aparcamiento custodiado por unos simpáticos gatitos, por si queréis llevaros un pic-nic.
La provincia de Alicante nunca deja de sorprenderme. Siempre encuentras un lugar mágico, a veces no muy conocido, que te maravilla. El santuario de Sta. María Magdalena y el castillo de la Mola son uno de ellos. No dejéis de visitarlos.