Por desgracia todos los partidos actúan con cierto grado de desprecio hacia el ciudadano y hacen un uso demasiado frecuente de mentiras y engaños, pero el PP está llegando a tales extremos que se merece el título de gran campeón nacional de la mentira y la prepotencia.
La campaña iniciada hace unas semanas para convencer a los españoles más burros de que estamos saliendo claramente de la crisis, única y exclusivamente gracias a Rajoy y su gobierno, que además ha conseguido tan glorioso hito a pesar de la inmensa devastación en todos los órdenes en que dejaron el país los socialistas, ya supera en muchísimo la simple calificación de demagogia.
La realidad es que en 2006 se inició la crisis que se reinició en 2010 por culpa de la estupidez europea, y aparentemente ahora estamos empezando a salir de la crisis, esta vez sin reinicio pero con una lentitud desesperante. Ni la gestión socialista ni la del PP han influido en la evolución de la crisis en España, que se ha desarrollado exactamente igual que en todos los países de nuestro entorno, con la excepción de los que tienen la inmensa suerte de no formar parte de la U.E. El que la crisis empiece a remitir con el PP en el gobierno es pura casualidad y lo mismo hubiese ocurrido si el partido en el poder hubiese sido el RDT (Reforma, Democracia y Transición, que me acabo de inventar).
En vez de pasarse el día jugando al estúpido juego del ¡Y tu más!, unos y otros deberían aprender algo de cómo se gestiona eficazmente un país, en colaboración o por separado.
Pero si hay muchas responsabilidades sobre el hecho que en España la crisis haya sido más dura que en otros países, en primer lugar por las muchas barbaridades que todos cometieron antes del inicio de la crisis y también y en gran parte debido a la burbuja inmobiliaria que degeneró en casi colapso bancario, burbuja que fue hinchada a consecuencia de una desastrosa Ley del gobierno Aznar, que creo que era del PP, y también por la desastrosa gestión de la misma crisis por parte de unos y otros, pero con tres notas especialmente negras y negativas de las que dos de ellas afectan precisamente al gobierno que ahora se pone la medalla del fin de la crisis: Primera la negación de la crisis por parte de Solbes y Zapatero, segunda la inacción nada menos que durante los primeros cuatro meses del gobierno Rajoy que evitó tomar medidas impopulares, pero sumamente urgentes, antes de las elecciones andaluzas, y que ahora tienen los santos bemoles de olvidar cuando hablan con videos y tintes grotescos de la herencia recibida, y tercera la total concentración de sacrificios sobre la población, mientras la Administración Pública no se ha reformado y continua siendo el mismo desastre que ha sido siempre, a pesar de que su ineficacia y el entorpecimiento general que provoca es la causa principal del elevadísimo y crónico nivel de paro en nuestro país. La única medalla que merece el gobierno Rajoy por su gestión de la crisis es la de la inoperancia.
Al mentiroso se le pilla antes que al cojo, y además las mentiras continuadas provocan inmensas contradicciones en la actitud y las acciones del mentiroso. El gobierno Rajoy pretende obviar el problema catalán mediante normas muy discutibles o inexistentes de nuestra Constitución, mientras en muchos otros temas se pasan nuestra Ley Fundamental por donde les da la gana, como cuando ceden documentación sujeta a protección de datos a periódicos afines, o se niegan a ni tan solo dialogar sobre los derechos constitucionales que la P.A.H. lleva tiempo reclamando.
Una de las razones de las inmensas contradicciones del PP es su prepotencia basada en su fe absoluta en que jamás de los jamases se equivocan, razón por la que dedican una montaña de los más variados insultos a los que tienen la desfachatez de contradecirlos o denunciar sus mentiras o sus errores. En los últimos meses debido a las muchas manifestaciones que han acabado en actos violentos o los graves sucesos en la valla de Melilla nuestro inepto Ministro del Interior ha defendido las decisiones tomadas por la cúpula policial, y lo ha seguido haciendo a pesar que algunas de las informaciones y datos en que ha basado su defensa han resultado falsos o manipulados. Pero ahora resulta que los policías son mentirosos, prepotentes y machistas porque tuvieron la desfachatez de sancionar a la Sra. Aguirre, presidenta del PP madrileño por estacionar su coche obstruyendo el tráfico en la zona más congestionada de Madrid y largarse con viento fresco bajo las narices de los agentes llevándose la moto de uno de ellos por delante. Increíble.
La policía es perfecta y no puede ser mejor cuando su intervención causa la muerte de subsaharianos en Melilla, pero son desastrosos cuando, con toda la razón, pretenden sancionar a una VIP del PP.
Por cierto, como una más de sus muchas contribuciones al carnaval que han montado alrededor del independentismo catalán, Cospedal acaba de decir que “Privar a los catalanes de ser españoles es privarles de los fondos europeos”. Por lo visto una de las muchísimas cosas que esta señora ignora es que una Catalunya independiente que desgraciadamente fuese parte de la U.E. no sería receptor de fondos sino contribuyente neto, y lo que también ignora a pesar de tener el dato debajo de sus narices es que la parte de los fondos europeos que se han invertido hasta la fecha en Catalunya no llega ni a propina, y si tuviésemos que renunciar a ellos no supondría ningún sacrificio, de hecho ni lo notaríamos. Una contribución más al imparable crecimiento del independentismo bajo el patrocinio del PP, aunque ya se sabe, Cospedal se pasa el día mintiendo como señora importante del PP que es, pero al menos sus comentarios son divertidos porque no para de decir chorradas.
¡¡Sáquenme de aquí!!.