Querida Eva,
Aún no te he felicitado por la pequeña Matilde, te deseo todo lo mejor, aunque a veces no parezca que lo sea.
Desde antes de tu crisis ya eras un gran ejemplo a seguir para muchas mujeres, ahora que eres más grande, mas profunda, más conectada,estoy completamente segura de que vas a ayudar a muchas más.
Yo me siento orgullosa de decir que ya no te necesito. Tus cartas, tus cursos y tus ideas, y el haber conocido a Tamara gracias a ti, me ha hecho ver que yo soy fuerte, que yo puedo con todo. No te necesito pero es un placer seguir leyéndote.
Gracias a ti me he dado cuenta de que pase lo que pase voy a salir adelante, reforzada, más mujer, más yo. He perdido el miedo, he dejado de aferrarme a personas y cosas. Mi antiguo mundo sigue pensando que soy una inconsciente y que estoy loca. Mi nuevo mundo está empezando, y lo estoy construyendo poco a poco, fluyendo con los acontecimientos, dejándome llevar por lo que me trae cada día.
No tengo claro cuál es mi camino aún, pero he aprendido que cuando tenga la suficiente experiencia vital, y dejándome fluir, un día me daré cuenta de que ya lo estoy recorriendo. No me agobio, necesito muy poco para ser feliz. Y por no necesitarlo, ni darlo por hecho,ni exigirlo, estoy recibiendo mucho más. O quizá no, pero me llena más.
Ya no te necesito, ya no espero ansiosa tus cartas, no intento relacionar cada cosa que me pasa con una experiencia de otra persona. Ahora recibo cada carta como un regalo, algo especial que he tenido la suerte de encontrar en mi camino.
Gracias se queda corto, para mi el decir que ya no te necesito es mucho más que gracias. Te quiero transmitir que a mi me has llegado, que has conseguido cambiar el rumbo de mi vida, que soy maga, cazadora, niña, mujer, madre, gracias a ti. Que me has dado las herramientas para ver que todo lo que pasa es positivo, es bueno, aunque a veces no logre verlo, tengo la confianza de saber que tras la bruma siempre hay un nuevo mundo esperando, que con fuerza y atención, aprendiendo de cada paso, confiando en mí misma, en mi juicio, en mis valores, en mi intuición, el camino seguirá adelante.
Y todo por tus cartas, por haber tenido la curiosidad de seguirte.
Eva, creo que el regalo más grande que se puede hacer a una persona es el conocimiento. No el saber, sino la claridad. Cambiar un mundo. Tu ya lo has hecho con el mío.
Seguiré leyendo tus cartas fielmente, seguiré apoyando tus proyectos, y seguiré agradecida para siempre.
Todos mis mejores deseos.
Un gran abrazo,
Sara
Revista En Femenino
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