Seguramente no os sonará nada este nombre, pero en cuanto os ponga en antecedentes y comencéis a ver sus imágenes, estoy segura de que la mayoría de los que seguís el blog os daréis cuenta de que ya admirabais su trabajo antes de que yo os explicara de quién se trata.
Sarah Moon es la fotógrafa que realizó la campaña de lanzamiento de Anais- Anais de Cacharel. ¿Recordáis esas imágenes tan románticas que acompañaban a la colonia? ¿Esas imágenes que se convirtieron en un icono en los 80? Pues todas salieron de su cámara.
Sarah Moon es una autora con personalidad propia, sus imágenes son inconfundibles. Ha conseguido renombre internacional con su estilo rico, refinado, elegante y, casi diría, que único.
Su uso de películas Polaroid y un tratamiento muy personal de los negativos, dan como resultados unas fotografías que parecen salidas del pasado: fotografía en blanco y negro que no tienen blanco, viñetas, desenfoques, texturas, ojos cerrados, rostros borrosos, espacios cerrados; pero sobre todo elegancia, muchísima elegancia es lo que vais a encontrar en todas sus imágenes.
“A menudo envidio aquellos que saben fotografiar la vida. Yo la rehúyo, empiezo de la nada, no testifico sobre nada, me invento una historia que no cuento, me imagino una situación que no existe, creo un lugar o borro otro, desplazo la luz, desrealizo y luego ensayo … Sarah Moon”
Y ahora que ya sabéis quien es Sarah Moon, os cuento un poquito más mi experiencia con ella durante este mes de marzo.
Me enamoré en el segundo uno de su trabajo, de todas y cada una de sus fotografías, y me puse a recopilar en una carpeta todas las que quería reproducir. Carpeta que cada vez tenía más y más imágenes. El flechazo fue total. Necesitaba una modelo, alguien que me permitiera captar la esencia de Sarah, la belleza de sus imágenes, su serenidad, su delicadeza…y llamé a Monica Gianninni. La conté por encima el plan y no lo dudo un segundo… Me dijo sí.
Yo estaba entusiasmada y muy nerviosa, he de reconocerlo. Me presenté en su casa cargada con todos mis bártulos: telas, tocados, polveras, pañuelos… Fueron casi cuatro horas de sesión en su terraza. Mónica no solo es bellísima por fuera, como podéis comprobar en las imágenes, Monica es artista, pintora y, como tal, tiene una sensibilidad especial para plasmar la belleza. Eso me ayudó muchísimo a la hora de capturar las imágenes.
Esta imagen no he podido comprobar si es de Sarah MoonSiempre que nos juntamos nos reímos a carcajadas, pero esa tarde terminamos agotadas las dos. Dice Monica que el trabajo de modelo es durísimo, y tiene toda la razón. Menuda paliza la di a la pobre y qué bien se portó ella. Se metió en el papel de cada una de las modelos y estoy convencida de que ello se muestra en las imágenes. Mil gracias Mónica, sin ti este proyecto no habría sido igual.
La segunda parte de las fotos las hice con Carola en casa: una sábana blanca, un pequeño foco iluminando el fondo y mi flash de mano. Esta otra sesión me encanta por su estilo tan delicado. Son fotos que Sarah Moon hizo para el Vogue hace muy poco años.
Luego han sido muchas horas de edición y mil vueltas con mis compañeras de aventura. El grupo de Facebook echa chispas desde hace quince días: consejos, sugerencias, risas… Hemos tenido de todo. Es impresionante el gran trabajo que han hecho todas mis compañeras. De verdad os lo digo, no dejéis de pasar a ver las fotos del resto porque os merecerá la pena sin duda alguna.
Os dejo el link al blog de Verónica de Prado, Araceli Calabuig y Eva Menacho; y al Flickr de Beatriz Pina, Iratxe, Sylvia Pares y Sara Lagunas. Os invito a disfrutar de un buen rato con su trabajo, porque es increíble lo que han hecho todas.
Y, por supuesto, nuestro blog conjunto: El Objetivo Mágico.
Un mes increíble…
Quiero dar las gracias a Mima Molina, de no ser por ella no habría conocido en profundidad el trabajo de Sarah Moon. Ella es su fotógrafa, pero lamentablemente por motivos personales Mima no ha podido participar este mes.
Muchas gracias a todos los que sé seguís este proyecto de cerca.