Satanás como autor de una contra-historia

Por Leonardo M. // Ritual y Propaganda
№ 80

Estimado lector,

El reto de todo nuevo creyente es entender la verdadera historia de la iglesia ¿Qué pasó desde la iglesia primitiva hasta nuestros días? Algunos historiadores le harán creer confiadamente que la historia de la iglesia surge del catolicismo romano, para luego entrar hacia las protestas de Lutero y sus corrientes posteriores hasta nuestros días.
Pero si tomamos la perspectiva de un verdadero creyente bíblico, no existe una identificación como "protestantes" en el sentido popular. Muchos grupos históricamente fieles y sujetos a la Palabra de Dios nunca formaron parte de la Iglesia Católica y, por lo tanto, nunca la "protestaron" ni mucho menos se separaron de ella, sino que siempre se opusieron a lo que representaba.

Muchos de estos grupos disidentes antiguos preservaron la fe verdadera mientras veían de lejos la corrupción pagana de la Iglesia Católica. Hablamos de grupos cristianos como los montanistas, donatistas, valdenses o anabaptistas. Ellos no querían "reformar" una iglesia que consideraban apóstata, y ese es el verdadero principio de la historia de la iglesia.

Aunque quizás no puedo compartir toda su visión, el pastor bautista Dr. James Milton Carroll expone esta realidad en su libro "El rastro de sangre - Tras los cristianos a través de los siglos" (1931). Una análisis de la historia de la iglesia y de las grandes persecuciones y martirios a manos de la iglesia católica durante la Edad Media
Por tanto, el cristiano bíblico actual no se limita a la división católico-protestante. Si bien la reforma produjo resultados positivos, como la recuperación de la Biblia en la lengua vernácula, muchos de sus grupos originales retrocedieron hacia prácticas y doctrinas que aún mantenían lazos con el catolicismo, como es el bautismo de bebés y la unión entre iglesia-estado.
Por ejemplo, hoy es difícil diferenciar entre un anglicano, un episcopaliano y un católico romano, o entre un luterano y un católico romano. Para un cristiano bíblico que estudia la historia, es crucial entender que no somos ni seremos "protestantes" y que nuestra sucesión se basa en la adhesión a las enseñanzas de los 66 libros de la Biblia. Es el libro lo que determina a la iglesia.
La historia cristiana "oficial" ignora dos puntos: El primero es que Dios es el autor e iniciador de la historia. Él es el Alfa y Omega, el principio y el fin (Revelación 1:8). La Biblia misma es en gran parte un libro de historia, y se espera que creamos la narrativa literal sobre los orígenes y el fin del hombre. No existe una "historia secular" en el sentido de que Dios esté ausente, solo hay hombres que escriben la historia ignorando a Dios en ella.

En segundo lugar, se tiende a ignorar que Satanás es el autor de una "contra-historia", o el saboteador de la agenda de Dios. Desde el Jardín del Edén, donde su primer acto fue intentar corromper a Adán y Eva, hasta el intento de impedir el nacimiento de Jesús mediante la imposición de un censo que forzó a María a viajar embarazada, la historia humana está marcada por las maquinaciones de Satanás contra el plan de Dios.

Muchos de quienes escribieron la historia "oficial" de la iglesia cristiana se adhirieron a la doctrina errónea del amilenialismo y a su falsa enseñanza de que Satanás está atado y no tiene poder real en la actualidad. Esto es una mala colocación del tiempo profético de Revelación 20:1-3.
Pero es relevante saber que el cristianismo adulterado, a menudo encarnado en instituciones como la iglesia católica, representan una contra-movida astuta del diablo. La historia de la iglesia es, en esencia, una guerra constante entre Satanás y Dios, un conflicto que se refleja en cada época y que solo es visible para quienes ven la historia de forma bíblica, no académica.
Espero que este material haya sido de edificación. Saludos y buena semana.
Leonardo M.
PD: Este mensaje fue enviado vía email. Suscríbase aquí: